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El campo de Almería protesta contra los "oligopolios" de las distribuidoras

La Coag asegura que el 100% de los agricultores secundó la jornada de paro

La Coordinadora de Asociaciones de Agricultores y Ganaderos, Coag, consiguió ayer su propósito en la jornada de paro agrario convocada como protesta por los bajos precios que, en origen, pagan las distribuidoras a los productores de frutas y hortalizas de la provincia. Unos 500 agricultores participaron activamente, desde las 10.00 y hasta las 16.30, en la jornada de protesta y el resto realizó el paro. Según la Coag la convocatoria la secundó el 100% del sector. La única actividad que se produjo ayer fue la apertura, a primera hora, de varias alhóndigas de la asociación de Empresarios Comercializadores Hortofrutícolas de Andalucía (Ecohal) que, tras la visita de los piquetes, optaron por cerrar.

"Son unos buitres sin corazón que nos matan lentamente", asegura Góngora

Los agricultores se dieron cita en la explanada del Auditorio Municipal Maestro Padilla de la capital y, desde allí, partieron hacia el primer supermercado que figuraba en su agenda de visitas: Carrefour. Los piquetes impidieron el paso a los clientes durante más de una hora y consiguieron que la empresa optara por el cierre de sus instalaciones en las que se produjo el único incidente cuando un agricultor forcejeó con un cliente y obligó a la intervención de uno de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía integrantes del dispositivo de seguridad.

Los manifestantes también lograron el cese de la actividad comercial en tres supermercados de Almería y dos de El Ejido, la mayoría de capital extranjero. La Coag culpa, por encima de otras, a las cadenas Lidl y Aldi de la crisis de precios que atraviesa el sector desde el inicio de esta temporada, que ya comenzó dañada como consecuencia del conflicto del E.coli y que supuso pérdidas millonarias para el sector.

La mayor parte de los productos hortofrutícolas de temporada, según las organizaciones agrarias, se vende por debajo de su coste de producción. Según los datos de la Coag, el coste de producción del tomate se sitúa en unos 54 céntimos por kilo, pero está pagando a 0,15 euros. "Son unos buitres sin corazón. Nos están matando lentamente", clamaba ayer el secretario provincial de la Coag y responsable nacional de Frutas y Hortalizas de la asociación, Andrés Góngora, y adelantó que se realizarán más actividades de protesta en lo sucesivo en tanto no suban los precios.

El año, en general, está resultando "nefasto", valora el presidente de la cooperativa CASI, José María Andújar. "Al final, desapareceremos como productores", auguró.

Coag no es la única sindical agraria en pie de guerra con las comercializadoras. La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) arrojó el viernes a mediodía 20 toneladas de género en el centro de la capital como medida de protesta y anuncia que lo harán cada semana.

UPA-Almería propone una ley que mejore la cadena agroalimentaria, normas para controlar las relaciones comerciales, "eliminar el poder de los oligopolios" y un mecanismo de negociación colectiva de precios a través de interprofesionales.

Recientemente, Coag y Asaja anunciaron su salida de la interprofesional Hortyfruta -creada hace cuatro años para unir al sector- al considerar que estaba atada de manos para reivindicar precios más justos para los productores. Asaja (Asociación de Jóvenes Empresarios Agrícolas) no participa en la jornada de protesta y quiere abrir el diálogo con las comercializadoras y Administraciones. Algo que apremia, según la organización, ya que los bajos precios influyen directamente en la pérdida de empleo y cierre de explotaciones que no pueden mantener sus costes de producción.

La Coag cree que en el trasfondo de la bajada de precios por parte de las cadenas alimentarias están "los intereses por aumentar la llegada a Europa de las producciones de terceros países, a precios inferiores pero con menores garantías de calidad".

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