Una colectiva de 51 promesas

El despegue de una carrera artística se enfrenta a muchos obstáculos. El artista debe salir de las aulas de Bellas Artes, encontrar un estudio, buscar su lenguaje, ejecutar las obras y, al final, mostrar su trabajo al público y esperar su reacción. Para facilitar este último paso Getxoarte, el Salón de las Artes Emergentes que organiza el Aula de Cultura de Getxo, ofrece desde 2001 cobijó a los más jóvenes para ponerles en contacto con el mundo profesional de galerías y centros de arte y, si hay suerte, con los compradores. Getxoarte 2011 abrió ayer sus puertas en una carpa instalada en la plaza de la Estación, en Las Arenas, con obras de 51 artistas jóvenes, en su mayoría estudiantes o recién licenciados en la Facultad de Bellas Artes de la UPV, que abarcan todas las propuestas desde la pintura a las instalaciones o las performances.

La mayoría de los artistas son alumnos o recién licenciados en Bellas Artes

Este año, el público contará con intermediarios para acercarse a la obra expuesta. Por vez primera Getxoarte organiza visitas guiadas, que harán de puente entre los visitantes y los artistas. (Las visitas serán hoy y mañana. 18 horas. Previa inscripción en el puesto de información). Los niños tendrán una vía de aproximación a su medida: la organización ha previsto la puesta en marcha de talleres para visitantes entre nueve y 12 años con interés en descubrir los lenguajes artísticos que pugnan por abrirse camino en Getxoarte (los talleres comenzarán a las 12 y las 13.30 horas. Inscripción en el puesto de información).

Getxoarte no ha variado su formato desde su nacimiento. Cada artista seleccionado dispone de un espacio en el que presenta la obra a su manera, en cada edición proyectos más cuidados tanto en las ideas como en los detalles técnicos. Inés Bermejo (Getxo, 1986) ha compuesto su instalación Cuerpos suspendidos con fotografías analógicas colocadas sobre largas tiras de papel; en el centro de su espacio de exposición un vestido negro parece volar. Las esculturas de acero inoxidable de Mikel Varas (Barakaldo, 1980) forman palabras que se leen en la sombra que proyectan sobre la pared. Maite Piñero (Düsseldorf, 1978), en cambio, deja claro que cursó la especialidad de Pintura en sus años de facultad en la serie de cuadros en los que plasma en los lienzo paisajes arquitectónicos. Son propuestas que se alternan con las fotografías que documentan una performance de Alejandra Bueno de Santiago (Vitoria, 1987), la videoinstalación de Izaskun Gaztelumendi Coca (Rentería, 1983) o las pinturas sobre palé de Ana Aldama (Bilbao, 1987), ejemplos de que en la feria de arte emergente se reflejan todos los soportes que funcionan en el arte contemporáneo.