El negocio de la nieve, pendiente del cielo

El negocio del esquí está pendiente del cielo. Solo si nieva y bajan las temperaturas, las estaciones de esquí del Pirineo catalán podrán abrir con garantías sus instalaciones durante los largos puentes de la Constitución y de la Inmaculada. La mayoría de los centros han pospuesto la apertura de sus pistas hasta el martes día 6 por falta de nieve.

Los aficionados al esquí con ganas de iniciar la temporada tendrán que esperar a que las condiciones meteorológicas sean favorables. De momento, las previsiones no son excesivamente optimistas. Los expertos del tiempo anuncian el paso de un frente nuboso, pero no se aventuran a pronosticar si dejará nieve en cantidades importantes. Solo tres complejos, Vallter 2000 y Vall de Núria, en Girona, y Vallnord, en Andorra, han anunciado que abrirán parcialmente sus instalaciones este fin de semana, aunque lo harán con grosores mínimos de nieve.

Baqueira Beret, la estación más importante del Pirineo, ha cancelado dos veces el estreno de la temporada por falta de nieve y ahora lo fía todo a que bajen las temperaturas para poner en marcha los cañones que la fabrican. Roberto Buil, director comercial del complejo, ve difícil poder abrir antes del día 6. "No podemos hacer magia", se lamenta. "Si nieva, podremos abrir algunas pistas, pero necesitaríamos al menos 24 horas para acondicionarlas. Ahora tenemos nieve a partir de 2.000 metros, pero no es suficiente. Por ahora esto pinta mal. Tenemos la esperanza de que nieve, aunque no podemos adivinar cuándo ni cuánto".

La escasez de nieve tendrá repercusiones en la economía del sector. Las estaciones de esquí suelen facturar en este puente entre el 10% y el 20 % de las ganancias de toda la temporada. La preocupación está justificada y, además, muchos puestos de trabajo penden de si hay nieve para abrir las instalaciones.

Menos reservas

La hostelería es otro de los sectores directamente vinculados a la nieve que también sufrirán las consecuencias de su falta. Los establecimientos situados cerca de las estaciones de esquí tienen menos reservas de las acostumbradas en este puente. La Federación de Hostelería de las Comarcas de Girona prevé que las zonas con mayor ocupación hotelera durante el puente sean las comarcas de la Cerdanya y el Ripollès, con una media del 65%.

En el Pirineo de Lleida se prevé una ocupación del 25% durante la primera parte del puente, entre el sábado día 2 y el miércoles día 6, y del 30% desde este día hasta el domingo día 11. No obstante, el presidente de la Federación de Hostelería de Lleida, Juan Antonio Serrano, admite que estas cifras están condicionadas por la falta de nieve y podrían mejorar si llegan las deseadas precipitaciones, sin llegar a igualar el porcentaje del año pasado, que fue del 80%.

Serrano señala que el hecho de que el puente sea tan largo será un obstáculo para lograr una ocupación elevada, ya que los turistas no concentran las pernoctaciones en unas fechas concretas, sino que se reparten a lo largo de toda la semana. "El número de pernoctaciones habrá bajado alrededor del 40%, algo asumible teniendo en cuenta que no hay nieve", precisa.