Una moción de censura extraconyugal
Roca justifica en el juicio del 'caso Malaya' la operación para desbancar a Julián Muñoz de la alcaldía en 2003 por su relación con Isabel Pantoja
El presunto cerebro de la trama de corrupción en Marbella (Málaga), Juan Antonio Roca, dio ayer una nueva justificación a la moción de censura que en 2003 sacó de la alcaldía a Julián Muñoz, una iniciativa que auspició, según la acusación, para no perder el control del urbanismo marbellí. Según su relato, por aquel entonces había mucho descontento entre los concejales por la imagen que el alcalde estaba dando de la ciudad, en gran parte por su relación sentimental con la cantante Isabel Pantoja.
El exasesor marbellí no nombró a la artista, pero habló de una "aventura extraconyugal" que había trascendido a la opinión pública y que los ediles no veían con buenos ojos. "La moción de censura se hizo de forma libre y espontánea (...) por esa forma de hacer política y esa forma de mostrarse ante España", explicó al abogado del Ayuntamiento de Marbella, personado como acusación particular. Una vez más, Roca insistió en que no hubo ningún pago asociado.
El exasesor insiste en que Muñoz no acataba órdenes suyas, sino de Gil
"No nos llevábamos medianamente bien", dijo del exregidor
"Se unieron para desbancar a Julián Muñoz y para nombrar a Marisol Yagüe", relató. Roca también negó haber pagado el viaje que los ediles se dieron antes de la moción. "Lo pagarían ellos, yo no lo pagué, ni Jesús Gil tampoco", mantuvo.
El principal imputado del caso Malaya cumplió ayer su décima sesión de interrogatorio dentro de la última fase del juicio. Este bloque se centra en el sistema de sobornos en el que supuestamente participaban empresarios con intereses urbanísticos y ediles del Ayuntamiento de Marbella. Hay 54 procesados y se calcula que el macrojuicio se prolongará hasta marzo de 2012 como mínimo.
La nueva estrategia de defensa de Roca pasa por reconocer que los documentos intervenidos en la sede de Maras Asesores, donde tenía su despacho profesional, eran reflejo de sus cuentas, tal y como ha defendido siempre la Fiscalía Anticorrupción. Este cambio ha hecho que Roca esté justificando cada entrada y salida con curiosas explicaciones. Según su relato, tras la moción de censura daba gratificaciones a los concejales para mantener unido el grupo; prestaba dinero a quienes querían comprarse una casa, o se ofrecía a pagar los estudios en universidades privadas de los mandos policiales.
Nada de sobornos a ediles, ni de recibir dinero de empresarios a cambio de resoluciones favorables. El exasesor de urbanismo asegura que sí se dedicó a recaudar entre los constructores donativos para la campaña electoral del Grupo Independiente Liberal de 2003, pero siempre por orden de ya fallecido Jesús Gil; y que si recibió dinero de los empresarios fue por participaciones en negocios personales o por tareas de asesoría.
Roca volvió a rechazar ayer la idea de que él y el exalcalde Jesús Gil impusieran a los empresarios en operaciones. Según su versión, se limitaba a proponer convenios y Julián Muñoz los firmaba porque "previamente le había llamado el señor Gil".
"El señor Muñoz no iba a firmar nada que le encargara el señor Roca, él lo ha declarado, que seguía instrucciones de Gil y no de Roca, entre otras cuestiones porque no nos llevábamos medianamente bien", insistió. Roca volvió a negar que las anotaciones de su contabilidad a nombre de JM se refieran al exalcalde.
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