La revolución en un golpe

"¿Es que no te lo podías creer?", le preguntan a David Ferrer, invicto tras dos partidos en la Copa de Maestros, para que explique a qué viene el encogimiento de hombros, los gestos de asombro, nada más ganar a Novak Djokovic el miércoles, su segunda gran obra en Londres tras vencer al británico Andy Murray. En tres días, el número uno y el número tres se inclinaron ante el alicantino. "¡Es que es una sorpresa!", sonríe el español. Hoy (21.00, Canal+ y Tdp), Ferrer buscará la primera plaza del Grupo A frente al checo Tomas Berdych, lo que le cruzaría en semifinales con el ganador del Nadal-Tsonga, sin terminar al cierre de esta edición. "La clave", cuenta Ferru; "es que he mejorado mucho el porcentaje con mi primer servicio".

Un dato lo dice todo. Durante la temporada, el alicantino ganó el 73% de los puntos disputados con su primer saque, lo que le convirtió en el segundo peor de los 10 mejores, solo por delante de Nadal (71%). En Londres, sin embargo, Ferrer gana el 77%. Más que Djokovic en 2011. Más que Murray. Una barbaridad, porque solo juegan los mejores y no hay rivales menores que inflen los datos. ¿Cómo ha ocurrido eso?

"En el saque, a lo largo de mi carrera, he ido variando poco a poco e incorporando cosas nuevas", explica el número cinco, que se cruzaría con Roger Federer en semifinales si pierde con Berdych. "A mitad del año, cambié la forma de tirarme la bola. Ahora me la tiro más alta y un poco más a la derecha. Al hacerlo así, le pego más plano y saco más fuerte. Tirándomela más hacia la izquierda, meto más primeros, pero no tan fuertes. Enseguida vi que el saque me funciona mejor".

Su transformación ha sido radical. "Le conocí jugando juntos por equipos en Alemania, cuando él tenía 18 o 19 años", recuerda el extenista Tomás Carbonell. "Simplemente la empujaba con el saque. Pensé: 'Por muy rápido que sea de piernas, sin mejorar el saque, difícil que suba del número 80'. Ahora, con tesón y cambiando a una raqueta más larga, está sacando al máximo de sus posibilidades para un jugador de 1,75m. Su segundo es difícil de atacar y su primero es bueno. Para su estatura, no se le puede pedir más".

Hay que retroceder hasta el Abierto de Australia 2011. Ferrer, que tiene una protuberancia en la espalda que le dificulta el servicio en la misma medida que le facilita el resto, porque le impulsa naturalmente a volcarse sobre la pelota, se enfrenta a Murray en semifinales. "A este nivel, el saque hace la diferencia, y ahí a nosotros nos falta un poco", se lamenta Javier Piles, su técnico: su pupilo ha caído tras tener un set de ventaja y punto para ganar el segundo. Ahora, a los 29 años, Ferrer empieza a introducir cambios en el golpe. A Londres llega como el peor en aces de los 22 mejores del mundo (254) y el que más dobles faltas comete de los 14 más destacados del planeta (184). En Londres, también, sufre una metamorfosis: en partidos cortísimos, aumenta su media de saques directos (de 3,5 a 4,5), mantiene la de dobles faltas pese a que arriesga más (2,5) y llega a ganar el 92% de sus primeros saques contra Djokovic, que solo se apunta 11 puntos contra su servicio.

Ees el nuevo Ferrer: uno que mira a los ojos a los grandes.

Clasificación: Grupo A. 1. D. Ferrer, 2-0. 2. N. Djokovic (Ser.), 1-1. 3. T. Berdych (R. Ch.), 1-1. 4. J. Tipsarevic (Ser.), 0-1. Grupo B. 1. R. Federer (Sui), 3-0. 2. J. W. Tsonga (Fra.), 1-1. 3. R. Nadal, 1-1. 4. M. Fish (EE UU), 0-3. Hoy (Canal+ y Tdp): 15.00. N. Djokovic (Ser.)-J. Tipsarevic (Ser.). 21.00. D. Ferrer-T. Berdych (R. Ch.).