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ELECCIONES 2011 | Análisis del voto

Las medidas anticrisis y la fidelidad a la baja, claves del batacazo del PSOE

Solo el 60% de los que votaron por Zapatero han repetido por Rubalcaba

A falta de un sondeo postelectoral que permita una mejor percepción del trasfondo de las elecciones recién celebradas, las conclusiones que pueden extraerse de los resultados del 20-N a la luz de los distintos sondeos previos llevados a cabo por Metroscopia-EL PAÍS, son los siguientes:

- Participación. Al cerrarse las urnas habían depositado su voto 24.590.557 personas, el 71,7% del censo electoral. Esta cifra no incluye todavía el voto CERA (residentes ausentes) que, una vez computado, rebajará en algunas décimas este porcentaje.

- Desplome del PSOE. A lo largo del último año y medio, los sondeos habían venido detectando una fidelidad de voto socialista llamativamente baja, en torno al 50%, que ni la campaña ni el debate lograron finalmente reanimar. En relación con 2008 el PSOE pierde 4,3 millones de votos. En apenas cuatro años pasa de un techo electoral de 11.3 millones de votos a un suelo de 7.0 lo que indica el alto grado de labilidad -o reactividad- de su electorado.

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- Estabilidad del PP. Con solo medio millón de votos más que en 2008, el PP pasa en cambio de la derrota a una victoria aplastante. Sus resultados, por cuarta vez ya desde el año 2000, se sitúan en el orden de los 10 millones. Su techo y su suelo electoral son prácticamente coincidentes, con una fidelidad de voto superior al 80%.

- El voto a "otros". Los demás partidos, excluyendo a PP y PSOE obtuvieron 3,5 millones de votos en 2008. Ahora han logrado 2,6 más, 6,1 millones en total. Este espectacular crecimiento se produce además en una elección en que la participación ha bajado. El anterior voto PSOE ha sido el principal "granero" para estas formaciones. En el nuevo parlamento estarán representadas 13 formaciones, tres más que en el actual. La suerte futura de algunas de estas formaciones, por ejemplo UPyD, dependerá del grado en que consigan fidelizar al nuevo aluvión de votantes que quizá han optado por sus siglas más que nada por castigo ¿temporal o permanente? al partido por el que anteriormente votaban.

- El caso de IU. La estimación de 11 escaños para la formación de Cayo Lara se ha visto confirmada en las urnas. En esta ocasión, la generalizada sensación de que la derrota del PSOE parecía inevitable ha podido anular la habitual propensión de parte de este electorado a optar, a última hora, por el "voto útil" a favor del PSOE.

- El final de los "tres graneros". En 2008, el PSOE sacó 34 diputados de ventaja al PP en el conjunto de Andalucía-Cataluña-País Vasco. Una diferencia suficiente para contrarrestar los 19 escaños de distancia que los populares sacaron a los socialistas en el resto de circunscripciones. En los comicios de ayer, la ventaja del PP sobre el PSOE en el conjunto de España fue de 72 diputados, 53 más que en 2008. Pero, además, los populares han conseguido dar un vuelto electoral en las tres comunidades emblemáticas de voto socialista y ahora es el PP el que supera al PSOE por cuatro diputados. Ferraz ha perdido lo que era, electoralmente, su factor diferencial más sólido.

- Trasvases de votos. El PSOE ha pasado, en tres años y medio, de su máximo de 11.289.335 votos de marzo de 2008 a poco más de siete millones. Un primer análisis muestra que únicamente alrededor del 60% de aquellos que votaron por Zapatero han repetido ahora por Rubalcaba. En esta ocasión, al PSOE se le han escapado más votos de los que ha podido captar de otros caladeros: algo más de cuatro millones frente a 200.000 nuevos votos. Es el caso inverso al del PP: los populares retienen cerca del 90% de quienes les votaron en 2008, a los que suman 2.627.000 nuevos votos -1.500.000 procedentes del PSOE- y situarían sus pérdidas únicamente alrededor de los 900.000 votantes. Estos habrían ido principalmente a abonar campos vecinos, como los de UPyD, Foro Asturias o CiU. En este último caso, con un saldo neto prácticamente cero.

- Fidelidad de voto. El PSOE partía de una situación de desventaja clara al inicio de la campaña, al tener confirmado solo el voto del 45% de su electorado. La otra mitad de sus electores se dividían a partes iguales entre quienes se mostraban indecisos y los que pretendían cambiar de partido. Esa fidelidad de voto tan baja a nivel nacional junto con su erosión en territorios clave explican, en gran medida, el resultado de estas elecciones. Según estos datos, la campaña electoral del PSOE habría conseguido movilizar a algo más de la mitad de los indecisos llegando a fidelizar al 60% de sus votantes de 2008, pero no ha logrado hacer volver a los infieles. Un momento clave de la legislatura fue el 12 de mayo de 2010, en que Rodríguez Zapatero anunció el primer gran paquete de medidas contra la crisis, con la bajada de sueldo a los funcionarios, la congelación de las pensiones, la eliminación del cheque-bebé, etcétera. Desde ese momento, se empezaron a ensanchar las distancias entre PP y PSOE en las estimaciones de voto y la ventaja de los populares de 3,4 puntos de promedio en marzo de 2010 se amplió hasta los 13,4 puntos de promedio.

Análisis de Metroscopia según los sondeos llevados a cabo para EL PAÍS.

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