Euskadi culmina su primera campaña en paz
Todos los partidos han podido desarrollar sus actos sin amenazas ni sabotajes
Tolerancia cero contra la violencia más presencia abertzale en las urnas, igual a cero incidentes. Euskadi cerró anteayer la campaña electoral más limpia de su historia. Por primera vez, los distintos partidos vascos, con independencia de sus siglas o perfil político, han podido desarrollar sus actos sin la amenaza terrorista ni el temor al sabotaje de los radicales. El nuevo escenario surgido de la apuesta política de Batasuna y el cese definitivo de ETA se ha comenzado a traducir en una inédita sensación de normalidad que, tanto políticos como ciudadanos en general, han acogido con ilusión y esperan que se consolide tras los resultados de hoy, con independencia de quién gane.
"Ando por la calle con una tranquilidad que no recordaba y que era impensable hace no tanto tiempo". Son palabras de un político socialista al que ETA había amenazado en reiteradas ocasiones. Su impresión coincide con la de no pocos compañeros del propio partido y de formaciones como el PP, otra de las más castigadas en Euskadi por el azote del terrorismo. También con la de algunos dirigentes del PNV que, si no el acoso etarra, sí habían padecido la intromisión de los alborotadores en las campañas de anteriores comicios. "Ahora podemos participar en los actos con libertad, sin que se nos entrometa gente para reventarlos", recalca un destacado cargo nacionalista.
Los datos facilitados por el departamento vasco de Interior son reveladores en este sentido y ratifican la calma que ya se pudo evidenciar en las elecciones municipales y forales de mayo. Si tampoco entonces se registraron incidentes, aunque sí empañaron la campaña algunas pintadas amenazantes contra algunos concejales, en esta ocasión ni siquiera se han reproducido estas. Los únicos mensajes que han ensuciado las calles de Euskadi han sido los esporádicos de apoyo a ETA, pese al cese definitivo de la banda. En consecuencia, la otrora sobredimensionada vigilancia policial se ha reducido hasta niveles "propios" de otras comunidades.
La ausencia de incidentes ha llevado la campaña hasta escenarios vedados años atrás para todos aquellos actos ajenos al paraguas abertzale. La plana mayor de los socialistas vascos, por ejemplo, abrió la semana que hoy acaba con un mitin en la Plaza de la Constitución donostiarra, en plena parte vieja de la ciudad. La misma que durante mucho tiempo se mantuvo bajo el control totalitario de los violentos. "Por las calles y plazas de Euskadi se puede caminar de nuevo sin miedo", destacó el lehendakari, Patxi López, en un acto que abanderó como icono de una nueva etapa de libertad.
El reflejo del nuevo escenario se podrá contemplar hoy. La Ertzaintza ha reducido el número de agentes que velará por la seguridad de las votaciones ante la desaparición de la violencia callejera. La silicona en las cerraduras o la rotura de urnas fueron una constante años atrás.
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