Pisadas con estrella
Rubén Ochandiano nos guía por Martín de los Heros, la calle más cinéfila de Madrid
Cada semana, el actor Rubén Ochandiano busca una butaca en alguna de las salas de versión original de la calle madrileña de Martín de los Heros. A veces se lía y acaba comiendo nachos, tomando una copa en un bar de autoservicio o curioseando en la tienda de discos Toni Martin.
01 Acero futurista
La montaña de cubos, a la derecha, es lo primero que llama la atención de la madrileña plaza de Emilio Jiménez Millas (la plaza de los Cubos). El acero inoxidable de la escultura, realizada por Gustavo Torner en 1972, señala la bajada a un pasaje y crea una atmósfera como de ciencia-ficción. La escultura destaca por su fuerza en un entorno urbano especulativo y sin personalidad que resume muy bien las contradicciones y fallos de Madrid. Al final del túnel: Martín de los Heros, la calle cinéfila y uno de los lugares favoritos de Rubén Ochandiano (Madrid, 1980), el actor de Tapas, Los abrazos rotos o Biutiful. "Vinculo este recorrido con mi cita semanal con el cine", cuenta mientras baja los escalones del pasadizo. Aquí se inauguraron, en 1977, los cines Alphaville (actualmente, Golem): la primera multisala y los únicos que hablaban inglés o francés en la entonces capital de la movida. Tras ellos llegaron Renoir Plaza de España, Renoir Princesa y Cines Princesa, donde las pelis ocurren en iraní, checo, alemán o chino; un total de 21 pantallas de versión original en menos de 500 metros, un hito de la cultura ciudadana. Ideal para Ochandiano. "Lo veo todo", dice.
Esas salas y su público son auténticas estrellas. Y, además, el pasado 27 de junio se inauguró el Paseo de la Fama del cine español con 25 nombres. "Por orden alfabético", apunta el actor antes de preguntarse dónde colocarán las nuevas estrellas. Será porque él todavía no tiene una, pero no parece importarle demasiado y encuentra rápido consuelo en el Café de las Estrellas (Martín de los Heros, 5), donde el vino se toma "entre productores, guionistas y gente del cine", según describe una camarera a la clientela.
02 Terraza otoñal
La gente del mundillo pasa por la cafetería después de haber cumplido en Ocho y Medio (Martín de los Heros, 11). En la librería se pueden encontrar guiones de Polanski o tratados Dogma en una cuidadísima selección. Ahora, 18 años después de su apertura y tras la peatonalización de la vía, tiene además una terraza con mantitas. "Por esta calle pasa gente muy concreta", cuenta María Silveyro, propietaria, junto a Jesús Robles, del espacio. Muchos los tildan de culturetas o gafapastas. "Pues sí. En realidad hay un ambiente bastante intelectual", dice orgullosa María Silveyro.
Miguel, de El Colorado (Martín de los Heros, 2), considera que su establecimiento "no es un sitio para ver y dejarse ver; es auténtico". Esta cantina mexicana lleva tres lustros convenciendo a los espectadores de que sus nachos con guacamole son una buena alternativa a las palomitas. Los golosos, antes de la sesión, tienen que pasar por L'Art Creperie (Martín de los Heros, 6), afamada por sus tortitas.
03 Dolly Parton, en vinilo
Hubo un tiempo en el que esta calle no era de celuloide. Toni Martín abrió Toni Martín Discos (Martín de los Heros, 18) un año antes que los míticos Alphaville. "En el 76 esto era un páramo. Llevaba años vendiendo en el Rastro y decidí buscar un local cerca del centro, pero asequible; por eso me vine aquí", recuerda Toni Martín. En esa época viajaba a Londres para traer de estraperlo vinilos aún prohibidos por el franquismo. Desde que abrieron las salas, las bandas sonoras también tienen hueco en su tienda. "Cuando pega una película en esta zona, de repente aparece un montón de gente preguntando por ella", explica.
04 Gabardinas de Félix
Los adoquines de Martín de los Heros destilan séptimo arte. Y eso influye hasta en la moda. Chill Out (en el número 17) es una pequeña tienda de ropa donde las gabardinas son de Félix, reconocida marca argentina, y los jerséis, de Ben Sherman. "Desde que abrimos, en 1994, somos un referente entre las tiendas de moda por nuestro estilo urbano elegante; nada que ver con Fuencarral", comenta Natalia Molinos acerca de su local. A Rubén Ochandiano le encandila la gabardina bonaerense y se la prueba. "Estuve un año viviendo en Argentina y por eso conozco la marca", dice. "Fue una gran experiencia. Madrid me parece muy bonito, pero creo que hay que saber huir de ella para luego volver y apreciar mejor su belleza".
05 El antro perfecto
Martín de los Heros también es golfa. Y después de las sesiones de madrugada, El Ambigú (en el número 16) es el antro perfecto. Una extensa carta de rones: te sirven la botella, el vaso, los hielos, y el propio cliente se escancia el alcohol. Y fin de la juerga en la sala Pirandello (en el número 14), que cierra justo antes de que amanezca.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.