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Reportaje:RUTAS URBANAS

Berna, bajo un paraguas de cristal

Una original marquesina para esperar a cubierto el autobús, chorros de agua frente al Parlamento, un museo de Renzo Piano y un centro comercial de Daniel Libeskind. Sorpresas en la capital suiza

Tal vez el rasgo distintivo de Berna, tan discretamente encantadora y burguesa, sea saber encajar la audacia en una carcasa de potente tradición. La capital suiza sabe sobresalir sin estridencias. Ahí está su casco medieval intacto, distinguido en bloque como patrimonio mundial, pero también están su vida cultural envidiable y proyectos arquitectónicos como el Zentrum Paul Klee y el conocido como Westside. No es cosa de ahora, ya a finales de los cincuenta el grupo de arquitectos Atelier 5 sorprendió con el barrio de Halen, a seis kilómetros del centro, un modelo pionero de urbanismo confortable y ecológico. Cinco apuntes de contemporaneidad en la ciudad que fascinó a Casanova y Goethe, y donde Albert Einstein vivió siete años felices, incluido el annus mirabilis de 1905, cuando dio con la fórmula E = mc2 que agitaría los cimientos de la física.

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Berna, una fórmula magistral

01 Zentrum Paul Klee

Maurice E. y Martha Müller, fundadores del centro Paul Klee, se pusieron en contacto con el arquitecto genovés Renzo Piano para encargarle el edificio. Tras visitar el enclave, el mismo año en que recibía el Premio Pritzker de arquitectura (1998), Piano escribía en una carta la siguiente reflexión: "Lo que mejor caracteriza a ese artista es el silencio", y el lugar escogido para el museo le parecía "un oasis de silencio, de meditación, de íntima devoción".

Se trata de un repecho de suaves colinas que arropan la ciudad y su río. Allí se inauguraba en 2005 el edificio, consistente en tres cuerpos ondulados, trenzándose de forma armoniosa con las colinas cubiertas de hierba y silencio. Tres ondas o montículos de cristal y un calambre de poesía: un rasgo propio de la etapa de madurez del arquitecto, quien ha sabido inyectar al estilo high-tech de sus comienzos buenas dosis de sensualidad. El Zentrum Paul Klee posee unos fondos de más de 4.000 obras que se exhiben de forma rotativa en el cuerpo central; las otras dos colinas, así como las partes subterráneas, están destinadas a talleres infantiles (Creaviva), aulas y servicios propios de un centro de arte vivo y dinámico.

Tan emblemático centro puede parecer una suerte de apropiación póstuma, por parte de la ciudad, de su hijo universal y trotamundos, pero no hay que olvidar que Berna fue regazo para el artista en momentos decisivos. Allí nació (1879) y vivió hasta los 19 años, allí abrió su primer estudio de pintor, allí colgó su primera exposición a los 31 años, y allí tuvo que refugiarse cuando contaba 54, por la presión de los nazis; en la exposición Arte degenerado que harían estos contra los artistas de vanguardia en Múnich, en 1937, figuraban nada menos que 19 obras suyas.

02 Westside

El llamado Westside, inaugurado a finales de 2008, fue el primer proyecto de centro comercial y de ocio realizado por el americano Daniel Libeskind. Al parecer, le entusiasmó la idea de tocar ese registro; según sus propias palabras, el "estimulante destino Experience Westside" semeja una especie de barrio que crece de manera natural, y se mantiene animado tanto de día como de noche. En efecto, más que un edificio es un complejo, a horcajadas sobre la autopista Berna-Brünnen (en tren se tarda ocho minutos desde la estación central); alberga cerca de 60 tiendas, 10 restaurantes, 11 cines, un parque acuático y spa, y un hotel. El frontal que sobrevuela la autopista es de madera de robinia y enlaza el hotel con la parte más plástica y llamativa, una proa de cristal y hormigón blanco emergiendo sobre el nudo bermellón de un tobogán acuático, lo que confiere al edificio una calidad escultórica. Hay visitas guiadas.

03 Estadio nacional

Casi al mismo tiempo que abría sus puertas el centro Paul Klee, se inauguraba, muy cerca, el Estadio nacional de Suiza, que sustituía al antiguo Wankdorf Stadium. Proyectado por el estudio local Luscher, Schwarz & Rebmann, es más que un recinto deportivo capaz de albergar a 36.000 espectadores; es además escenario para otro tipo de espectáculos (sus gradas están cubiertas), centro comercial y, lo más importante: una planta solar, una de las más grandes del mundo incorporadas a un edificio.

04 El paraguas

A las puertas del casco viejo, frente a la estación central, se cubrió en 2008 toda una plaza (destinada a paradas de autobús) con una inmensa marquesina de cristal, diseñada por el estudio Marwell, de Zúrich. La cubierta fue muy criticada por su enormidad, y enseguida le pusieron de mote "el paraguas". Cuando los vecinos vieron que no solo quedaba bien, sino que además resultaba sumamente práctica, volvieron a protestar: esta vez, porque habrían deseado que la marquesina fuera aún más grande.

05 La plaza fuente

Otro guiño de urbanismo avanzado fue la remodelación de la plaza del Parlamento, presidida por el solemne edificio neorrenacentista acabado en 1902. Más de media plaza es una fuente, pero eso no se sabe hasta que empiezan a surtir del suelo 26 chorros traidores, que simbolizan los 26 cantones suizos; a más de un despistado le han propinado una ducha inesperada. Lo de las fuentes es un tic muy local; con figuras polícromas hay una docena, pero en total suman 240, entre ellas una concebida por la artista surrealista Meret Oppenheim, muy emparentada con Berna.

El centro comercial y de ocio Westside, de Daniel Libeskind.
El centro comercial y de ocio Westside, de Daniel Libeskind.BITTERBREDT

Guía

Información

» Turismo de Suiza (00 800 10 02 00 30; www.myswitzerland.com).

» Turismo de Berna (www.bern.com/sp).

» Zentrum Paul Klee (www.zpk.org).

» Westside (www.westside.ch).

» Estadio nacional de Suiza (www.stadedesuisse.ch).

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