"He hablado con él, ya no molestará más a tu amiga"
El acusado admite que intermedió entre su 'cliente' y el asesino de su exmarido
Eloy Sánchez Barba, acusado de preparar el crimen del exmarido de una abogada en Ciempozuelos en 2007, confirmó ayer ante el juez que la letrada María Dolores Martín le llamó para que "le pegara un susto" a su exesposo, ante la posibilidad de que él consiguiera la guarda y custodia de su hija. Sánchez Barba explicó que él puso en contacto al presunto autor material, Charles Michael Guarin, y a la letrada. "Después me desentendí", añadió.
El presunto intermediario era cliente y amigo de Martín desde hacía meses. Durante ese tiempo, llegaron a hablar de los problemas que tenía ella en la separación con Miguel Ángel Salgado Pimentel. Ante su insistencia, según ha declarado, decidió presentarle a Charles Michael y olvidarse del problema. "A Charles Michael le conocí porque se presentó una vez en mi trabajo, hacia las Navidades de 2006, y me dijo que había trabajado como ges-tor de cobros, asustando si era necesario", afirmó el acusado.
Días después se enteró de que Charles Michael y la letrada habían quedado en el Café & Té de la Gran Vía, en Madrid. El 30 de enero de 2007, Sánchez Barba compró dos teléfonos móviles de tarjeta prepago en el centro comercial La Vaguada. Uno de ellos se lo entregó a Charles Michael. Justo al día siguiente, Miguel Ángel Salgado Pimentel sufrió un primer intento de asesinato. Un coche intentó sin éxito sacarlo de la carretera.
Sánchez Barba reconoció ayer que llevó varios días a Charles Michael al trabajo de Salgado, en Rivas Vaciamadrid, y a su domicilio en Ciempozuelos. Incluso el día del asesinato, el 14 de febrero de 2007. Se quedó en el coche, según su versión, con las ventanillas cerradas y hablando por el móvil. A los 20 minutos llegó el supuesto sicario y le dijo: "Ya he hablado con él y ya no va a volver a molestar a tu amiga". Después, cogió el móvil del presunto intermediario y llamó a la abogada, a la que le contó lo mismo.
En la declaración también se pudieron escuchar pinchazos de los teléfonos móviles en los que Charles Michael le exige el pago de dinero a Sánchez Barba. En una conversación le comunica el pago de 2.000 euros remitidos a Bogotá (Colombia), donde ya se encontraba el supuesto sicario. Este se presentó dos días antes de que fueran detenidos ambos en su casa para amenazarle, según el acusado.
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