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ELECCIONES 2011 | Los mítines

Los datos empujan a Rajoy pero le nublan el futuro

El candidato del PP advierte de que no tiene la "varita mágica" contra la crisis

Mariano Rajoy visitó ayer por última vez Cataluña en campaña y, como él mismo dijo, se llevó "un chute" de entusiasmo y de banderas catalanas, españolas y del PP agitadas y gritos de "¡presidente, presidente!", pero él no se molestó siquiera en alterar su discurso diario. En esta comunidad se juega parte de la holgada mayoría, porque es uno de los territorios que le han sido más adversos, pero él siguió a lo suyo. En un mitin multitudinario y eufórico en un feudo del PSC, L'Hospitalet, Rajoy culminó el giro hacia la moderación autonómica de la última legislatura: ni una referencia al nacionalismo, ni una insinuación sobre el pacto fiscal, ni una sugerencia de política autonómica. Solo economía, solo crisis, mucho cambio y el mismo discurso de cada día. Ni hablar catalán en la intimidad, ni rechazo a la política lingüística, solo tibieza en la anticampaña que no molesta. A piñón fijo.

Los datos económicos pésimos siguen haciéndole la campaña electoral a Rajoy, pero, al tiempo, le llenan de nubarrones su inmediato futuro como probable nuevo presidente. Los datos oficiales conocidos ayer que rebajan del 1,3% al 0,8% el crecimiento le sirven de cartel electoral y de munición política para compensar su indolente campaña.

Los cinco millones de parados son su eslogan de campaña, como anteayer fue la prima de riesgo y ahora es el estancamiento de la economía y el desbordamiento del Gobierno. Ayer los cogió al vuelo y en sus actos electorales de Murcia y de L'Hospitalet (Barcelona) hizo referencia a la superación de las previsiones del Gobierno, para reforzar su cansina tesis de la falta de reacción del Ejecutivo de Zapatero/Rubalcaba.

No fue el único ligero retoque en su reiterativo discurso de campaña. En distintos momentos incluyó ayer varias frases para curarse en salud, para dejar claro que no tendrá nada fácil hacer frente a la situación, que ni siquiera sabe lo que se encontrará y que hay tanta incertidumbre como para no poder aventurar soluciones rápidas o milagrosas.

Un destacado barón regional muy próximo al candidato asegura que estos días Rajoy está más que preocupado por la posibilidad de que el déficit real que tenga que gestionar esté muy lejos de la realidad oficial. Que la consecuencia sea el tener que aparcar promesas electorales o arrancar la legislatura con planes muy impopulares e imposiciones desde Europa, como explicó anteayer María Dolores de Cospedal. Los pésimos datos son los que le empuja a La Moncloa y, a la vez, lo que le quitará el sueño al llegar.

"Yo no tengo una varita mágica para resolver los problemas y no se puede esperar que al día siguiente esté todo resuelto", aseguró ayer, anticipando argumentos de gobernante.

Poco a poco, Rajoy va introduciendo en su discurso expresiones de ese tipo: "Un Gobierno, por bueno que sea, ni lo puede hacer todo ni lo va a hacer todo". Anoche, en TVE, Rajoy habló de "una primera etapa de legislatura más complicada en la que solo bajaré impuestos a emprendedores para crear empleo, más adelante ya veremos", y reiteró que no se compromete a especificar la subida de sueldo de los funcionarios, hasta que no conozca las cifras reales. Es decir, depende.

Mariano Rajoy, anoche en L'Hospitalet.
Mariano Rajoy, anoche en L'Hospitalet.MANU FERNÁNDEZ (AP)

QUE CATALUÑA SE SUME AL CAMBIO

- Mariano Rajoy: "Ver tanta gente en Cataluña me emociona y me da un chute para las elecciones".

- "Cada vez más catalanes confían en el proyecto del PP".

- "Quiero que los catalanes apuesten por el cambio político. No saldremos de la crisis sin Cataluña y Cataluña no saldrá de la crisis sin el resto de España".

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