Fabra asume que los recortes del PP provocarán contestación social
El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, asumió ayer que su partido, el PP, tendrá que tomar medidas drásticas si llega al Gobierno tras las elecciones del domingo próximo: "No lo ha hecho el Gobierno socialista y lo va a tener que hacer el nuevo Gobierno, que va a ser el del PP". Y en un día en el que el Financial Times empleó el ejemplo de la Comunidad Valenciana, con "la explosión de la burbuja inmobiliaria" y la posterior "crisis de la deuda soberana", para describir los graves problemas que acucian a España, Fabra también asumió que los recortes que implante el PP provocarán contestación social. Así, preguntado por las declaraciones de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en las que afirmaba que "algunos, los que no se han quejado nunca hasta ahora, van a protestar mucho cuando el Gobierno diga todo lo que hay que hacer", Fabra aseguró que "habrá que tomar decisiones difíciles y hay personas que no lo quieran entender".
El presidente de la Generalitat, que visitó ayer las instalaciones que está construyendo Berklee College of Music, la prestigiosa institución de enseñanza musical de Boston, en el edificio anexo al Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia, no desmintió que su partido tenga que afrontar recortes si alcanza el Gobierno: "Eso es gobernar: tomar decisiones adecuadas para sacar este país adelante, y si no lo ha hecho el Gobierno socialista lo va a tener que hacer el nuevo Ejecutivo que, estoy seguro, va a ser del PP".El diario conservador británico Financial Times dedicó ayer un amplio artículo de análisis a la situación de España ante las elecciones generales del domingo que apunta a la Comunidad Valenciana como ejemplo de los problemas que tendrá que afrontar el futuro presidente del Gobierno. "Para entender qué fue mal y el calibre de los retos que afrontará un nuevo Gobierno vale la pena examinar la región mediterránea de Valencia. La Comunidad Valenciana ilustra muchos de los peores síntomas de las dolencias económicas de España", afirma el redactor del Financial Times.
"En los años previos a la caída del mercado en 2007, los promotores construyeron decenas de miles de casas y apartamentos turísticos, sembrando grandiosos proyectos de infraestructuras, absorbiendo trabajadores inmigrantes y expulsando a los adolescentes de las escuelas para asumir empleos bien pagados en las obras. Eran los años que parecían confirmar el rango de España como una nación desarrollada cuyo nivel de vida finalmente se equipaba con el de sus socios europeos".
El analista comenta que, "al menos", los sucesivos Gobiernos centrales de España aprovecharon los fondos europeos y el crédito fácil desde el norte de Europa para construir "carreteras y ferrocarriles que servirán al país durante décadas, pero volvieron la vista ante las locuras de un mercado de la construcción sobrecalentado".
Créditos fallidos
"Valencia sufre ahora los efectos combinados de la explosión de la burbuja inmobiliaria y de la crisis de la deuda soberana inmediatamente posterior. Uno de cada cuatro valencianos en edad laboral está en el paro y para los menores de 25 el número se eleva a uno de cada dos. Las empresas que aprovecharon la bonanza de la construcción han sufrido un severo estacazo. Más de 130.000 nuevas viviendas están vacías. Dos de los bancos regionales se hunden bajo el peso de créditos fallidos. Banco CAM, la antigua Caja del Mediterráneo, ha sido rescatado con 2.800 millones de euros de los contribuyentes y su directora general, despedida por el fondo del banco regulador. Y el Banco de Valencia, una entidad cotizada, podría necesitar otro rescate".
El analista concluye: "Para los que no están familiarizados con la geografía política de España podría parecer obvio que el señor Rajoy y el PP constituyen el equipo adecuado para barrer las políticas y prácticas que fracasaron de forma flagrante en Valencia bajo el Gobierno de los socialistas en Madrid. Pero no es tan sencillo. El PP gobernó la Comunidad Valenciana desde 1995...".
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