La isobara entra en las bellas artes
Andrea Polli encabeza una nueva generación de artistas que trabajan con los datos meteorológicos, con cascadas y esculturas que cambian según el tiempo
La cascada que fluye majestuosa es una sofisticada proyección, pero casi parece real en el entorno del Parco de Arte Vivente (PAV) de Turín, un nuevo museo sumergido en el verde, dedicado en exclusiva a las formas artísticas vivas, creado por el artista Piero Gilardi, pionero del arte biotech en Italia.
Volviendo a la cascada, el fragor y la caída resultan hipnóticos y relajantes, por lo menos hasta que el director artístico del centro Claudio Cravero no explica que la intensidad y rapidez del agua están directamente relacionadas con los polvos sutiles esparcidos en la atmósfera. Un instrumento para el análisis óptico meteorológico, llamado nefelómetro, convierte en tiempo real los datos sobre la calidad del aire, proporcionados por varios sensores, en la cascada luminosa de la instalación Particle falls, de Andrea Polli, incluida en la muestra monográfica Breathless, abierta en el PAV hasta el 26 de febrero. El paso de un avión o un grupo de personas fumando es suficiente para modificar los datos y por tanto la imagen. "Me interesa hacer visible lo invisible, impulsar una experiencia visual que va del placer, pasando por el asombro y la preocupación, hasta una nueva conciencia del entorno y de los factores que comprometen su equilibrio", explica Polli.
Darya von Berner creó una nube que flotaba frente a la Puerta de Alcalá
Les preocupan el cambio climático y los desastres naturales
Para la ciudad de la Fiat, la artista ha creado una instalación formada por dos Quinientos, el coche icónico del boom económico italiano de la década de 1960: uno, Breather, ha sido envuelto en una membrana transparente que funciona como un pulmón y el otro, Cloud car, cuenta con un sistema nebulizador que visibiliza el aire. "El coche es uno de los grandes símbolos del cambio cultural y a la vez uno de los mayores agentes contaminantes", asegura la artista, que a través de su web, www.andreapolli.com, difunde compactos y MP3 de arte sonoro y geografías audibles como Sonic Antarctica o Round mountain.
Polli, que nació en la industrial Chicago y vive en Albuquerque, cerca de los laboratorios desmantelados de Los Álamos y la misteriosa Área 51, es una de las principales intérpretes del llamado arte meteorológico, una corriente técnica y temática de la creación actual, que revela la preocupación de diversos creadores por el cambio climático y los desastres naturales que conlleva, así como su interés por las potencialidades formales de los datos vinculados a estos fenómenos.
Ya en 2003, Olafur Eliasson creaba para la Sala de las Turbinas de la Tate de Londres, The weather project, un entorno que en seis meses fue experimentado por dos millones de visitantes. Unos años después, Darya von Berner creó una nube real que flotaba frente a la Puerta de Alcalá en Madrid, pulverizando microgotas de agua que permanecían en suspensión en el aire. "Las nubes se identifican por su forma y al mismo tiempo por su constante cambio de forma. Al igual que todos los fenómenos físicos son una percepción de la realidad limitada por nuestros medios", explicaba Von Berner, que repitió la experiencia delante de la Mezquita de Córdoba.
Ahora los artistas trabajan cada vez más con la elaboración digital. Nathalie Miebach (http://nathaliemiebach.com) convierte los datos meteorológicos en partituras musicales tridimensionales, que son interpretadas al piano por Elaine Rombola y plasmadas en esculturas por ella misma.
Del techo del aeropuerto de San José en California, cuelga eCloud (http://www.ecloudproject.com), una escultura dinámica de Aaron Koblin, Nik Hafermaas y Dan Goods. La instalación está formada por escamas de policarbonado, cuya posición es controlada en tiempo real por el centro meteorológico nacional y representa las condiciones climáticas de diversos lugares.
Finalmente Jason Nelson y Rory Hering han creado para la productora Turbulence de Nueva York Vholoce: weather vvsualizer (www.secrettechnology.com/weather_rss/weather_rss.html), un visualizador meteorológico. "No se trata de un meteorólogo virtual, sino de una herramienta creativa, un filtro cultural y científico para ampliar nuestra interpretación de los datos climáticos", aseguran los artistas, cuya obra convierte en tiempo real la información sobre el estado del tiempo en una composición audiovisual dinámica y abstracta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.