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Entrevista:CARME CHACÓN | Candidata del Partit dels Socialistes de Catalunya | ELECCIONES 2011

"El día 21 la vida continuará de otra manera y con otros objetivos"

Tildada por sus adversarios de española en Cataluña y de catalana en Madrid, Carme Chacón (Barcelona, 1971) puede ser el domingo la única dirigente que salve los muebles de la dura derrota socialista que pronostican las encuestas. Sería una victoria amarga que la llevaría a la bancada de la oposición, pero que reforzaría las aspiraciones de Chacón con vistas al inminentede congreso del PSC y al del PSOE que renunció a liderar hace unos meses. Ella no niega ningún escenario tras el día 20.

Pregunta. ¿Su carrera política puede salir reforzada pese al hundimiento del PSOE?

Respuesta. Le aseguro que no dedico ni un solo minuto a esa reflexión. Sigo estando al frente del Ministerio de Defensa, lo que no es un trabajo a tiempo parcial, del que dependen 130.000 personas que se juegan cada día la vida por nuestra seguridad. El 20 de noviembre siento una doble responsabilidad porque nos estamos jugando el modelo económico y productivo de nuestro país, y también el modelo social que hemos construido en 30 años de democracia, junto a nuestros derechos civiles.

"Me preocupan más la apertura y la renovación del PSC que los nombres"
"El enemigo de la derecha no es la crisis, sino el Estado de bienestar"
"Suscribo a Keynes cuando dijo: 'Si las circunstancias cambian, yo cambio"
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"La financiación vigente multiplica por 10 los ingresos del pacto CiU-PP"

P. Cuesta creer que una persona que aspiró a liderar el PSOE no piense en el futuro. ¿Sigue aspirando a suceder a Zapatero en el partido?

R. Yo aspiro a sacar un buen resultado. Tan bueno, que permita que Cataluña y España continúen avanzando. Solo el voto socialista puede frenar a esta derecha que pretende desmantelar el Estado de bienestar y que está privatizando la sanidad y la educación para hacer de ello un negocio. En eso y en el ministerio tengo concentrados todos mis esfuerzos. Ya vendrá el 21 de noviembre y el congreso del PSOE, pero primero ha de celebrarse el del PSC, en el que quiero participar activamente.

P. ¿Quiere decir que también aspira a suceder a José Montilla en el PSC?

R. Participar activamente quiere decir que tengo ganas de reflexionar con mis compañeros sobre qué le está pasando a la política, de cómo podemos acercarnos al sentir de los ciudadanos. Tiene que ser un congreso de apertura a la ciudadanía y de renovación de ideas. Eso me preocupa más que los nombres.

P. No descarta nada, pues.

R. A partir del día 20 la vida continuará de otra manera y con otros objetivos. Primero será el congreso del PSC y después el del PSOE.

P. O sea que deja todas las puertas abiertas.

R. Entiendo su insistencia en la pregunta. En su día tomé una decisión que expliqué ampliamente. Duermo tranquila con la decisión que tomé y desde ese mismo día me puse a disposición del candidato y a trabajar por mi candidatura por Barcelona. Con sinceridad le digo que estoy concentrada en el ministerio y en la campaña electoral.

P. ¿Rubalcaba debería dimitir y renunciar a liderar el PSOE si se confirman las encuestas y obtiene el peor resultado?

R. A esa pregunta debe responder él y ya lo ha hecho.

P. Lo que ha dicho es que su compromiso con el PSOE va más allá del 20-N.

R. Esa es su decisión y es respetable.

P. Todos los sondeos coinciden en que los socialistas sufrirán una fuerte derrota. ¿Cómo se digiere eso?

R. Siento una doble responsabilidad para explicarle a la gente que nada será igual después de esta crisis. No podemos seguir compitiendo sin reglas en el mercado ni el sistema financiero como propone la derecha. Ni podemos competir a base de trabajo precario, de sueldos bajos, dinero fácil, todo lo que ha significado la burbuja inmobiliaria, que tuvo su origen en la ley del suelo de 1998 que pactaron la derecha catalana y la española. La derecha no tiene soluciones. Su enemigo no es la crisis, sino el Estado de bienestar.

P. Pero, más allá de culpar a la derecha, ¿entiende que algunas de sus propuestas, como la dación en pago, puedan considerarse oportunistas si han estado ocho años en el Gobierno y no la aprobaron?

R. Los escenarios de esta crisis han sido cambiantes y el propio Gobierno ha ido tomando decisiones en función de lo que estaba sucediendo. Por ejemplo, en un momento determinado decidimos que para reactivar el consumo suprimíamos el impuesto de patrimonio y ahora hemos decidido recuperarlo con cambios. El anterior era obsoleto, gravaba a las clases medias, y el que hemos aprobado ahora grava las grandes fortunas patrimoniales, afecta a 160.000 personas de un total de 24 millones de contribuyentes. Esos ingresos los necesitamos ahora. Keynes decía: "Cuando las circunstancias cambian, yo cambio de opinión".

P. ¿Cómo explica que Cataluña pueda ser la excepción el próximo domingo?

R. Cataluña sabe que solo el voto socialista puede parar la regresión en derechos sociales y civiles y en libertades que puede suponer la concentración de poder del PP. Hoy tenemos el mayor autogobierno que hayamos vivido nunca, con el mejor sistema de financiación, que ha multiplicado por 10 los ingresos respecto al pactado por el PP y CiU en 2001. Somos la comunidad número uno de toda España en inversión en infraestructuras, con más de 15.000 millones de euros ejecutados. Cataluña sabe que si vuelve a votar socialista seguirá avanzando y mantendremos nuestras fortalezas, como el sistema sanitario que hemos creadado en 30 años, uno de los mejores del mundo.

P. CiU gobernó durante más de 23 años la Generalitat hasta que llegó la izquierda. Algo tendrá que ver en ese logro que ahora parece en peligro por los recortes de Artur Mas.

R. El sistema sanitario catalán lo hemos construido entre todos, pero la ley de sanidad universal tiene un nombre: Ernest Lluch. Zapatero ha transferido en estos años 12.500 millones de euros a las comunidades autónomas para garantizar la sanidad. Hoy el PSOE es la garantía del sistema sanitario público, mientras que en Cataluña tenemos un consejero al que ha tenido que llamar la atención Amnistía Internacional por decir que eso de la sanidad es una cosa individual, de cada persona, y no de las Administraciones.

P. Pero el previsible castigo del electorado les vendrá de antiguos votantes socialistas y de la abstención. ¿Cómo lo explica, más allá de que la crisis castiga a todos los Gobiernos?

R. Eso está siendo una regla complicada de saltarse en toda Europa. Todos los Gobiernos han sufrido los efectos de la crisis. Tras la caída de Irlanda, Portugal y Grecia y el zarandeo que está sufriendo Italia, se demuestra que España ha hecho sus deberes y hemos tomado las medidas que debíamos tomar.

P. Josep Borrell verbalizó en Lleida un autocrítica que es infrecuente oír a los líderes socialistas.

R. Borrell advirtió hace ocho meses en una entrevista de que no valían solo las políticas de ajustes, de que necesitábamos políticas de inversión productiva, de estímulo al crecimiento. No se pueden hacer políticas de progreso y de bienestar sin hacer políticas progresistas en la economía, y hoy nos damos más cuenta que nunca de que es así. Solo el voto socialista garantiza una salida de la crisis para todos, sin dejar a nadie a su suerte.

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