"Ahora el reto es difundir los textos para teatro de títeres"

Concha de la Casa, directora del Festival Internacional de Títeres de Bilbao, conserva en su despacho el cartel del primer año en que se celebró la muestra. Fue en 1982, cuando la oferta de teatro para el público infantil resultaba casi inexistente y los títeres no pasaban de ser considerados un espectáculo para niños que ni merecía un escenario.

Con el paso de los años la iniciativa se consolidó en el Centro de Documentación de las Artes de los Títeres de Bilbao y el Festival Internacional de Títeres, que el próximo viernes abre su 30ª edición. "Hemos demostrado que las marionetas no son un teatro menor; es otra forma de hacer teatro, con actores ocultos que transmiten emociones manipulando un muñeco", dice De la Casa. "Es una gran satisfacción ver que hoy coinciden en nuestro entorno cinco espacios con programación infantil. Hemos pasado de ser un teatro de aficionados a tener una profesión en marcha", añade.

"El teatro para niños debe ser mejor que el de adultos"

El trabajo del Centro de Documentación ha permitido catalogar compañías de marionetas de todo el mundo y registrar sus trabajos. En el País Vasco funcionan unos 40 grupos que, de forma exclusiva o mezclado con otros géneros, se dedican al teatro de títeres. "Un 20% son profesionales de alto nivel, capaces de competir a nivel internacional. Nosotros facilitamos que puedan participar en cualquier festival del mundo", explica. "Otro 40% se mueve en un nivel inferior, con productos correctos, pero sin entrar en la investigación o en la innovación. El resto está a la cola, no llega a esos mínimos".

De la Casa critica que los grupos de menor nivel puedan mantenerse en activo: "Es duro decirlo, pero hay compañías que piensan que por ser de casa hay la obligación de contratarlos. Muchos espacios se ocupan con esos grupos porque en el teatro infantil se paga menos".

Después de tres décadas de trabajo la directora del festival de Bilbao defiende la apuesta por la calidad y la difusión. "Ya no vale todo. Ahora el reto es difundir los textos para teatro de títeres. No es verdad que no haya textos; existen y hay que difundirlos", añade. "No se trata de editar más publicaciones para llenar estanterías, sino de ponerlos al alcance de todo el mundo en Internet. Tenemos que difundir los textos, los materiales para realizar los muñecos, la documentación, todo lo que necesitan las compañías para trabajar mejor".

Destaca que la innovación y el ingenio suponen los elementos más importantes en el teatro de marionetas. "Antes los titiriteros eran autodidactos. Hacían sus muñecos en sus tallercitos el fin de semana y luego escribían los textos o hacían los cuentos tradicionales. Ahora tenemos en el teatro de títeres a jóvenes muy formados, que han ido a la universidad, que han estudiado Bellas Artes, que saben de literatura y de dirección. La mayoría sabe de teatro".

Las novedades no deben olvidar la herencia de los viejos marionetistas, entiende la directora de la muestra escénica: "Las referencias del teatro de títeres son antiguas, pero las características de los espectáculos son modernas. Eso es lo que da valor: asumir la tradición y ponerla al día, conocer de dónde venimos antes de asumir las nuevas formas. No se puede empezar de cero".

La mayoría de los titiriteros trabajan para el público infantil. De la Casa exige que aumente al máximo la exigencia de los montajes. "El niño tiene que ir al teatro a descubrir la magia del teatro, no a chillar, y hay que saber mantenerle atento al espectáculo. Si no, no vale. No puede ser cutre, ni optar por algo sencillito porque es para niños. Es al revés; el teatro para niños debe ser mejor que el de adultos".

De la Casa presume de haber participado en la puesta en marcha muchos festivales y museos dedicados a las marionetas. En los cinco primeros años de vida de la muestra bilbaína, colaboró en el nacimiento de 17 festivales en España, entre ellos el de Tolosa. Y este mismo año ha trabajado en la inauguración de un museo de marionetas en Cajamarca (Perú). "Han sido hijos que se les ha dejado andar", comenta.

Desde hace dos años funciona en Tolosa el Topic, un centro surgido del festival de títeres de dicha localidad que cuenta con teatro, salas de ensayo, museo, biblioteca y archivo digitalizado. "Me siento frustrada al ver que Bilbao no tiene lo mismo que Tolosa. Creo que Vizcaya cuenta con una población que lo merece más que una localidad pequeña. Son opciones políticas, que los ciudadanos compartimos porque no nos queda más remedio y sufrimos por las carencias que crean", lamenta.