Todos en un puño en unas elecciones sin violencia

Las primeras elecciones democráticas sin violencia en el País Vasco arrojarán el 20-N un apretado resultado entre las cuatro fuerzas mayoritarias, que se repartirán 18 escaños en los tres territorios. A tal extremo llegan las cotas de igualdad, que las dudas detectadas en votantes de las zonas de Álava, principalmente, y Bizkaia pueden apretar todavía más el escrutinio, que arroja de momento un empate entre el PSE-EE y el PNV, con cinco diputados cada uno, por delante del PP, que conseguiría 4-5 y dejaría a Amaiur con 3-4.

Las estimaciones ante el 20-N vienen a coincidir, no obstante, con la foto de situación de cada territorio que aportaron las últimas elecciones locales y forales de mayo, celebradas en plena tregua de ETA. Así, los populares ganarían en Álava, el PNV en Bizkaia, y Bildu (ahora Amaiur, con la incorporación de Aralar) sería otra vez la primera fuerza en Gipuzkoa. Mientras, los socialistas contienen mejor el derrotismo que se ha apoderado de sus votantes ante el favoritismo de Mariano Rajoy ya que, pese a una significativa caída de 10 puntos con respecto a la cita anterior de 2008 -su récord de votos-, volvería a repetir como ganador.

La irrupción de Amaiur, por su parte, descompone el anterior juego de mayorías, y en cada territorio contribuye a un reparto más igualado, aunque el PNV, su rival más directo en el granero nacionalista, apenas perdería un diputado con respecto a las anteriores elecciones generales.