El patrocinio no podrá incitar a la compra

Las televisiones tienen prohibido emitir más de 12 minutos de publicidad por hora de reloj y el número máximo de cortes por programa está tasado en la ley. Pero los operadores han venido acomodando a sus intereses la interpretación de la normativa. Para evitar desajustes, el Gobierno ha decidido aclarar los criterios. Ayer, el Consejo de Ministros aprobó un real decreto en el que se detallan las normas sobre la publicidad en televisión.

El nuevo reglamento define claramente las características de formatos como la autopromoción (cinco minutos por hora como máximo), la telepromoción (tres minutos por hora y 36 al día de límite) y el patrocinio, que no computan en los 12 minutos que marca la Ley General de la Comunicación Audiovisual. Según el texto, el patrocinio no podrá durar más de 10 segundos, irá asociado a programas o subprogramas y no incitará a la compra. Si no cumple estos criterios se considerará publicidad y se incluirá dentro de aquellos 12 minutos.

Fuera de este cómputo están también las autopromociones (vídeos en los que se avanzan series, películas, documentales o concursos y sobreimpresiones en pantalla) y las telepromociones (su duración mínima se fija en 45 segundos). En este formato se encuadra la publicidad que realiza el presentador utilizando el escenario, la ambientación o el atrezo del propio espacio. Las telepromociones se deben emitir dentro de los programas y si se trata de series, inmediatamente antes o después de los mismos.

Elaborado por el Ministerio de Industria, este reglamento va en contra de los criterios establecidos por la UE. El Tribunal de Justicia europeo dejó claro el pasado abril que el patrocinio, la telepromoción y el publirreportaje deben computarse, sin ningún género de duda, dentro de los 12 minutos de publicidad que marca la normativa comunitaria. La Comisión Europea ha llevado a España ante los tribunales por incumplir la directiva sobre televisión sin fronteras y emitir más anuncios de los permitidos.

El reglamento aclara también la emisión de mensajes comerciales durante las retransmisiones deportivas: solo está permitido cuando el juego esté detenido o cuando los anuncios permitan seguir el desarrollo del evento.