No respondo de vosotros
Los políticos se acercan a Internet no por convicción sino porque hay que estar. Verse en los foros de la Red les da una pátina de modernidad. Como además a los que son parlamentarios les regalan un iPad les viene de perlas para probarlo. El presunto debate protagonizado por Rubalcaba en Twitter ha sido una muestra más de esa presencia testimonial y una evidencia de que Internet es solo un medio, no una solución. Lo que en el mundo real está viciado, en la Red sigue igual de podrido.
El twitcam (un tuiteo con vídeo) estaba tan amañado como el cara a cara entre Rubalcaba y Rajoy en televisión, aunque con algunas ventajas. La primera, que el moderador, Antoni Gutiérrez-Rubí, no solo movía la cabeza de un lado a otro como si se tratara del árbitro de un partido de tenis como Manuel Campo Vidal sino que demostró que podía hablar y hasta repreguntar, lo que viene a ser una heroicidad en el periodismo carpetovetónico español.
La segunda ventaja es que en la twitcamentrevista se filtraban las preguntas pero no se censuraban como en la tele. Le llegaron de todos los colores, incluyendo el de la corrupción (con Pepiño Blanco y el duque Urdangarin como favoritos).
La trampa hay que buscarla en las respuestas. Como en el cara a cara, a los candidatos les importan un bledo las preguntas y las inquietudes de los ciudadanos, sean internautas, telespectadores, radioyentes o radioaficionados. Se sientan allí y discursean, tuitean o webcamean su mitin de acuerdo con un guion férreo de eslóganes vacíos, del que no se salen ni un ápice. Rubalcaba no fue una excepción en su #yorespondo.
Que le preguntaban por las familias con todos los miembros en paro, pues nada, que no se preocupen, que les garantiza sanidad y educación públicas. ¡Solo faltaba que les negaran la atención en urgencias! Que le echan en cara formar parte de un Gobierno que aprobó recortes que iban radicalmente en contra de su programa, también lo han hecho Obama y Sarkozy. O sea que si gana e incumple su promesa estrella del impuesto a las grandes fortunas ya saben quiénes tendrán la culpa.
Mariano Rajoy, el otro bicandidato, también sigue a lo suyo y sin soltar prenda. Cada vez está más claro que solo Iker Jiménez en Cuarto Milenio puede ser capaz de arrancarle su programa oculto. En ese mundo de la cábala que rodea la campaña del PP, han inscrito los tuiteros la coincidencia que Soraya Sáenz de Santamaría haya dado a luz a su primer hijo en fecha tan emblemática como el 11/11/11. Ya verán cómo va a arder la Red si el 20-N gana finalmente el PP.
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