Demanda judicial para que Vigo retire la 'cruz de los caídos'

La Asociación Viguesa pola Memoria Histórica do 36 ha presentado una demanda en el juzgado de lo contencioso-administrativo de Vigo para que el Ayuntamiento cumpla sus obligaciones y "proceda de manera inmediata a adoptar las medidas oportunas para la retirada del objeto denominado cruz de los caídos, sito en el monte de O Castro", ante el persistente silencio municipal a las reiteradas peticiones de la asociación en ese sentido, cinco en total desde abril de 2008. Los demandantes atribuyen a mera "coincidencia" que su iniciativa aflore en la campaña electoral, ya que cuando iniciaron sus trámites no estaban convocadas las elecciones.

De los espacios públicos de Vigo, como los nombres de calles o las fachadas de las iglesias, ya ha sido retirada la casi totalidad de las referencias al franquismo, "al menos las más significativas", según señaló ayer Telmo Comesaña, presidente de la asociación, que informó de la demanda junto al abogado Guillerme Presa y Manuel Reinoso. Esa retirada era el objetivo de la asociación, creada en 2005 y a la que el alcalde, Abel Caballero, otorgó el título de viguesa distinguida en 2007. Desde entonces le hace un sistemático vacío.

Más de 4.000 firmas, entre ellas la de Carmela Silva, han pedido la retirada

Nadie, ni el propio Caballero, que en múltiples ocasiones ha despachado el asunto con un "nada que comentar" o respuestas similares -ayer mismo soslayó responder a este periódico -, explica las motivaciones para que no se cumpla la petición de la asociación, que considera la cruz un "elemento de exaltación colectiva de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la dictadura franquista", incluido por tanto entre los objetivos a erradicar tras la Ley de Memoria Histórica de 2007.

"No queremos tirar las cruces, ni tenemos nada en contra de ellas, sino contra el uso de esta en concreto, que se erigió como un gran homenaje al fascismo y hoy es un agravio para cualquier demócrata", dijo Comesaña. La erección de la cruz, de 12 metros de altura y que costó 937.451 pesetas, fue promovida por la Jefatura Local de Falange Española Tradicionalista y de las JONS y aprobada por el Ayuntamiento en 1959. Fue inaugurada por Franco en un recorrido triunfal que realizó por Vigo en 1961. Después presidió, hasta 1975, los actos que conmemoraban, cada 20 de noviembre, el día de José Antonio, fundador de la Falange, y a los "Caídos por Dios y por España".

Las peticiones de la asociación se han acompañado de diversas movilizaciones, como la edición de un folleto para los turistas que corregía los datos de las guías oficiales, concentraciones ciudadanas ante el propio monumento y la recogida de más de 4.000 firmas -incluidas las de nueve concejales, la de la socialista Carmela Silva entre ellas-, que la consideran "testimonio de la ignominia, vergüenza del municipio". La demanda, presentada como "recurso especial de protección de los derechos fundamentales de la persona", apela a la Constitución y a la Ley de Memoria Histórica. "No solo pedimos una respuesta, sino que el Ayuntamiento actúe", dijeron los demandantes. "Ni siquiera es un monumento catalogado".