La marcha de Rota revive contra el escudo antimisiles

"Se está produciendo un pequeño despertar del movimiento pacifista en Andalucía". La sentencia pertenece a Cristóbal Orellana, portavoz del comité organizador de la marcha contra la base naval de Rota, que ayer cumplió su XXVI edición con un evidente incremento del nivel de apoyo. Los organizadores llegaron a cifrar entre 4.000 y 5.000 los participantes, unos 2.000 según la policía.

Los convocantes atribuyen la resurrección de la protesta, que en años anteriores apenas si logró reunir a unos cientos de personas, al nuevo papel asumido por la base conjunta de España y EE UU en el tablero internacional con el anuncio de la instalación del escudo naval antimisiles de la OTAN que llevará aparejada la llegada de cuatro grandes buques de la US Navy y el aumento en unas 4.500 personas de la población estadounidense en la base.

Valderas: "El 20-N hace falta la respuesta de la gente pacifista"

Contra el argumento de la generación de empleo en la comarca por el incremento de la actividad militar, los manifestantes alertaron ayer sobre los riesgos de la nueva misión asumida por Rota y anunciaron el rechazo, en opinión de los organizadores, de la mayor parte de los andaluces: "De igual manera que se dijo no a la OTAN en 1986 y se dijo con claridad no a la guerra de Irak en 2003, ahora estamos detectando un aumento de la sensibilidad pacifista de la población", aseguró Orellana.

La marcha recorrió a pie el tramo de carretera que separa el cementerio de Rota de la puerta de acceso de la instalación para terminar poco antes de las dos de la tarde con la lectura de un comunicado.

En total 25 colectivos pacifistas, sociales, ecologistas y políticos apoyaron la convocatoria. "El 20-N hace falta la respuesta de mucha gente que tiene sentimientos pacifistas, y que no pueden votar a las fuerzas políticas que defienden el escudo antimisiles", sostuvo el coordinador andaluz de IU, Diego Valderas.