El Gobierno activa la prealerta por riesgo de inundaciones
La lluvia afecta al tráfico en Bizkaia y amenaza con desbordar los ríos
El departamento vasco de Interior decidió activar a última hora de la tarde de ayer la fase de prealerta por riesgo de inundaciones ante la previsión de un empeoramiento del tiempo en Euskadi. La medida ha colocado en situación de preaviso al consejo asesor integrado por representantes del Gobierno, las Diputaciones y los municipios más afectados, aunque sus miembros solo se reunirán para adoptar las medidas necesarias en caso de que la situación se agrave todavía más.
Durante la jornada de ayer permaneció activada la alerta naranja por fuertes lluvias que ocasionaron los primeros problemas en las carreteras. Sobre todo en Bizkaia. La BI-735, por ejemplo, se tuvo que cortar al tráfico desde primera hora de la mañana, a la altura de la rotonda de Asua, cerca del puente de Rontegi, a consecuencia de una balsa que imposibilitaba la circulación y amenazaba con ocasionar accidentes.
La estación de Punta Galea supera los 100 litros por metro cuadrado
Los otros grandes afectados fueron los ríos, en especial los que acostumbran a desbordarse en épocas de fuertes precipitaciones. Aunque no rebasó su capacidad máxima, el Gobela mantuvo en vilo una vez más a los vecinos de Getxo, que en los últimos años han soportado sus numerosas crecidas. La Policía municipal mantuvo un control constante del cauce desde los distintos puentes de su recorrido y, aunque hasta última hora de la tarde la situación se mantuvo "tranquila", emplazó a retirar los vehículos aparcados en las inmediaciones, ante el temor de que las inundaciones se produjeran con la pleamar de la medianoche.
Al cierre de esta edición, en el resto de la comunidad autónoma solo se habían registrado algunas balsas y pequeños desprendimientos sin consecuencias, pese a que el volumen de agua fue considerable. La estación meteorológica de Punta Galea, en Getxo, superó durante la jornada los 100 litros por metro cuadrado, por encima de las previsiones iniciales. La guipuzcoana de Añarbe fue incluso más allá al acumular 61 litros en apenas diez horas. También registraron grandes cantidades los detectores vizcaínos de Mungia y Abusu, en Bilbao.
Unas precipitaciones que redundarán en beneficio del agua acumulada en los pantanos, que hasta ayer presentaban un déficit en comparación con la misma época de otros años. A principios de semana, los embalses vascos estaban, de media, a solo un 58% de su capacidad, lo que sumaba 148 hectómetros cúbicos de agua en el conjunto de Euskadi. Una cantidad que representa un descenso del 0,79% respecto a la semana previa y de un 5% en comparación con 2010, cuando había 160 hectómetros.
El embalse de Ullibarri, el más importante de la comunidad autónoma, tenía a comienzos de semana 90 hectómetros cúbicos de agua almacenada, mientras que el de Urrunaga sumaba 40.
A la alerta naranja por lluvias que se mantiene hoy se suma la amarilla por viento y olas. El Gobierno recomendó ayer sacar los vehículos de garajes susceptibles de inundarse, así como evitar los desplazamientos por carretera o realizarlos por vías principales en su caso.
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