Inyección de ánimo al PSOE andaluz
González y Guerra respaldan a Rubalcaba con un lleno total en Dos Hermanas - Griñán: "El vuelco electoral en Andalucía es que vamos a ganar"
Los socialistas andaluces vivieron ayer el mitin de Dos Hermanas (Sevilla) a tope. Como si fuera un día de carnaval antes de la cuaresma, como la fiesta de un quinto que al amanecer se incorpora a filas. Efervescencia pura. Lo necesitaban. La intensidad del golpe de la encuesta del Centro de Estudios Sociológicos (CIS) -que dibuja una ventaja de 10 escaños del PP sobre el PSOE- había dejado al partido hegemónico de la comunidad, que no conoce el sabor de la derrota, noqueado y con el ánimo por los suelos. Jamás se ha visto en una situación así: muy por detrás de la derecha y con un pronóstico oscuro para las elecciones autonómicas de marzo. Por eso el calor y los halagos de Felipe González y Alfonso Guerra, la pareja talismán del socialismo andaluz, funcionaron igual que una inyección de adrenalina.
González: "Nadie se presentaría si perdiera la mitad de veces que Arenas"
Rubalcaba; "La derecha siempre ha menospreciado a Andalucía"
La organización echó el resto. Más de 500 autobuses acarrearon a los devotos militantes, repletos de banderolas rojas y verdes, que compusieron el mejor decorado del que Alfredo Pérez Rubalcaba podía disponer para subir la moral de la tropa y pedir a los suyos que se dejen la piel en la búsqueda de votos.
Con un cartel tan de lujo, José Antonio Griñán, secretario general del PSOE andaluz y presidente de la Junta, hizo de telonero: el cuarto, empezando por el final. Pero no le importó. Tomó el eslogan del mitin -La fuerza del sur, el mismo que uso Manuel Chaves en la campaña de 1990- como hilo conductor de sus mensajes de coraje y arrojo. "El vuelco electoral en Andalucía es que vamos a ganar, ¡Andalucía te hará ganar, Alfredo!", gritó, sacando el perfil más mitinero que se le ha visto nunca.
Griñán se había desayunado con decenas de interpretaciones de opinión que apuntan que la causa del escoramiento del barco que, según el CIS, está a punto de hundirse sin remedio es el retroceso en Andalucía. Y lo que para él es aún peor: que la traslación del sondeo significa la mayoría absoluta automática de Javier Arenas en las elecciones autonómicas. Sería el primer socialista que pierde en 30 años. El primero en verse en la bancada de la oposición, tras darle el relevo Manuel Chaves a poco de empezar la actual legislatura.
Aprovechó la presencia de González y Guerra para recordar que él también estuvo en los inicios del liderazgo socialista. "Felipe y Alfonso hicieron país", dijo, y se remontó al tiempo de la Transición, de las reconversiones industriales y de otras crisis para recalcar que el Estado del bienestar se construyó entonces, y nunca se puso en tela de juicio hasta ahora, por muy duras que vinieran las cosas. Y enseguida regresó a Andalucía: "Dos Hermanas es un recital del socialismo andaluz, la fuerza del sur es la que resiste, la más audaz, la que mira de frente, la que no se arruga y la que no se deja engañar con cantos de sirena".
Tuvo algunos momentos más planos, cuando se extendió, como le gusta hacer, en explicar la dinámica de los mercados y las sinergias de la crisis. Aunque duraron poco. "España necesita un buen patrón", dijo en referencia a Pérez Rubalcaba, "que lo tiene todo, tiene la pasión y la fuerza de las ideas; es eficaz y no oculta nada, cuando dice que va a hacer algo, lo hace, y lo hace bien. La derecha sabe que tiene el peor adversario en nuestro candidato, simplemente porque es el mejor, y la gente al final termina votando al mejor, y terminará votando a Alfredo Pérez Rubalcaba".
En lugar de a Javier Arenas, criticó a Mariano Rajoy. Le llamó Mister No, en referencia a su etapa como ministro, cuando dejó a deber 2.500 millones de las liquidaciones de los presupuestos, "quitó" 5.000 millones de los fondos europeos y negó la deuda histórica. "¿Para qué quiere Rajoy la confianza que pide todos los días? ¿Por qué no lo dice? ¿A quién la va entregar?", proclamó elevando el tono. "Nos quieren importar a Andalucía los negocios que se hacen con la sanidad y la educación pública en comunidades como Madrid o Valencia (...) La derecha recuerda a las entidades financieras de antes. Te vendían de todo y al final se quedaban con tu casa. Los que nos venden el cambio quieren colocarnos en la peor situación de nuestra historia", denunció.
La secretaria de Organización, Susana Díaz, atribuyó a Griñán el hito del día: que Guerra y González estuvieran juntos en un mitin después de 15 años. Ambos se deshicieron en piropos a su tierra. El expresidente del Gobierno, que fue el más pedagógico, rememoró que "todo comenzó aquí, en Andalucía" y tuvo palabras (no muy buenas) para Javier Arenas. "Si uno de nosotros hubiéramos perdido la mitad de veces que Arenas, no nos habrían dejado presentarnos". "Debemos movilizarnos todos ahora y en marzo, porque cumpliré 70 años, y si no ganamos en Andalucía, me retiro", ironizó.
También bromeó con Guerra -con quien dicen que apenas se habla, aunque en el relevo del escenario se dieron un abrazo-: "¿Alfonso, te ganará Montoro [Cristóbal] en Sevilla? No creo".
Si González levantó verdaderos arranques de pasión entre los congregados, la intervención de Guerra fue una larga carcajada. El número uno de la lista sevillana al Congreso fue un derroche de ocurrencias. Gesticuló, braceó, hizo muecas, impostó la voz para imitar a los dirigentes del PP, y nombró muchas veces a Andalucía. "Nos dicen a los andaluces que somos unos vagos, ¿sabéis que en Cataluña gastan en subsidio 4.000 millones de euros al año, y Andalucía y Extremadura suman 700 millones?", dijo. Con la secretaria nacional de Organización del PP, Ana Mato, se explayó: "Dicen que los niños andaluces están por los suelos, que no tienen pupitres... ¡En menudo pupitre metía yo a esa señora!".
Rubalcaba se volcó en la movilización de los socialistas andaluces y no dejó de agasajar a Griñán, al PSOE autonómico y a su ejemplo. "La derecha siempre ha menospreciado a Andalucía, y todavía se les escapa", exclamó ante el furor de los presentes. Sacó a colación también las palabras de Ana Mato: "Sin pupitre estarían los niños andaluces si hubiera gobernado la derecha". Dio las gracias a todos los andaluces que votaron en su día a Felipe González e hicieron posible "la transformación de este país", y volvió a elogiar el Presupuesto andaluz que ha diseñado Griñán para 2012. "Es socialista, no esconde la verdad. Y se puede comparar con los demás, se trata de rebajar el egoísmo y la codicia".
"Gracias, Andalucía, gracias", remató, y la militancia se fue con algo mejor cara que la que se le quedó al conocer la encuesta del CIS el día anterior.
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