IU bucea en la vía de agua del PSOE
La formación de Cayo Lara apelará a los socialistas críticos y al 15-M para recuperar el grupo parlamentario
Marcada en el calendario con la simbólica fecha del 20-N -el día que murió Francisco Franco-, la jornada electoral de las generales puede adquirir para IU un nuevo significado: el del resurgir de la tercera fuerza política española. Pero también puede certificar su declive. Un dilema que se ha repetido en las últimas convocatorias y que IU no acaba de resolver. ¿Remontar o consumirse?
A favor de lo primero está el contexto: el PSOE en sus horas más bajas, desplomándose en las encuestas, y la antipatía hacia los partidos mayoritarios impulsada por el Movimiento 15-M. A favor de lo segundo, la historia reciente: IU ha caído en votos sin parar en los últimos 15 años; es cierto que, por primera vez, subió ligeramente (casi un punto porcentual) en las municipales del pasado mayo, pero también lo es que aquellos comicios dejaron una conclusión difícil de digerir: la debacle del PSOE -perdió un millón y medio de votos- no se tradujo en un ascenso histórico de IU -ganó 200.000- sino en el mayor poder acaparado nunca por la derecha. Miles de votantes socialistas se pasaron al PP, no a IU. "La gente ha girado a más derecha", admitió entonces el propio Cayo Lara, coordinador federal de IU.
El peligro de que esa deriva continúe en las generales es lo que quiere conjurar la dirección de IU. Lara, que ya había avisado de que pediría "directamente" el voto a los "socialistas desencantados", insistió ayer, horas antes del arranque de campaña: IU se dirigirá "a la base social del PSOE" para "caminar juntos y generar la izquierda alternativa". El mensaje está claro: el PSOE "ha perdido toda credibilidad" ante los suyos, pero "IU no les va a defraudar".
El objetivo, casi de supervivencia, de la tercera fuerza política es recuperar el grupo parlamentario propio en el Congreso, que perdió en 2008 tras cosechar el peor resultado de su historia (3,8% de los votos). Las encuestas dicen que lo logrará (necesita un 5%), pero ese augurio hay que atarlo -sobre todo cuando la irrupción del partido verde Equo puede restar apoyos por ese flanco-. Y una de las preocupaciones es qué pasará con Gaspar Llamazares, voz de IU en el Congreso durante ocho años y ahora candidato por Asturias (un escaño que IU sacó por última vez en el año 2000).
Tras los socialistas cabreados, el segundo frente será el 15-M y aledaños. Lara quiso lanzar ayer a "todos los que quieren acabar con el sistema votando nulo o votando blanco" una advertencia: "Así no les tiemblan las piernas a los grandes banqueros ni a los poderes de los mercados". Les tiemblan, aclaró, si se consigue un "grupo de izquierda fuerte en el Parlamento que "plante cara a las políticas neoliberales".
En la campaña electoral de la crisis, IU insistirá en asimilar a PSOE y PP como dos caras de la misma moneda. Un "bipartito" -en palabras de un miembro del equipo de Lara- que solo puede debatir "de quién recorta más".
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