Vela exigirá al Gobierno un sistema de financiación nuevo

El consejero de Hacienda, José Manuel Vela, anunció ayer que su primera reivindicación ante el Gobierno que salga de las elecciones del 20-N será la elaboración de un nuevo modelo de financiación autonómica. "Este modelo de financiación no convence a casi nadie y es tremendamente injusto", indicó Vela en una jornada dedicada en Valencia a la financiación autonómica por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APC).

El responsable de la elaboración de los presupuestos de la Generalitat para 2012 argumentó que la Comunidad Valenciana es la única autonomía con una balanza fiscal negativa, según datos del Ministerio de Economía, y con una financiación per cápita inferior a la media española. "Con los modelos de financiación anteriores nunca hemos llegado al 90% de la media española", aseveró el titular de Hacienda, que se quejó de que la financiación autonómica se ha construido siempre sobre "desigualdades que ya existían".

Verdeguer dice que la Generalitat "no está hoy para dar apoyo financiero"

"Ahora los presupuestos van dirigidos a las personas, el resto son cuentos chinos, porque operar una apendicitis vale lo mismo en Cantabria que en Valencia", manifestó Vela.

En su intervención, el consejero de Hacienda adelantó que su segunda reivindicación al Gobierno central que salga de las urnas será la de los hispanobonos. Vela indicó que "es muy triste que las comunidades autónomas compitan para colocar su deuda" y apostó porque el Gobierno sea quien emita la deuda de las autonomías.

A pesar de la complicada situación, Vela, que también fue entrevistado ayer en Ràdio 9, se mostró confiado en que la situación en los mercados financieros se normalizará a partir del próximo mes de diciembre. "Soy optimista, me pongo un horizonte de 12 o 18 meses para salir de la crisis", anunció el titular de la Consejería de Hacienda, que añadió: "Vivimos una situación extraordinaria que nunca se había vivido, cuando pase el maremoto de Grecia esto pasará".

Según Vela, los presupuestos de la Generalitat para 2012 no están hechos en clave electoral porque sería echar piedras sobre el propio tejado. En cualquier caso, el consejero de Hacienda no ocultó las dificultades financieras que atraviesa la Generalitat y reconoció que "si pudiera devolver algunas competencias (como justicia) se lo plantearía". "Lo que está claro es que, ahora, no asumiría ninguna competencia más a no ser que la financiación estuviese clara y puesta en negro sobre blanco con una previsión de la evolución de los costes", remachó.

Por su parte, el consejero de Economía, Enrique Verdeguer, afirmó ayer, en el mismo foro organizado por PricewaterhouseCoopers (PwC) y APC, que la reestructuración del sector público empresarial de la Generalitat le permitirá ahorrar en 2012 casi el doble de los 400 millones previstos inicialmente.

"Habíamos anunciado un ahorro estimado de 400 millones de euros y al final el ahorro estará por encima de los 770 millones gracias a los ajustes en el sector público", explicó Verdeguer, que advirtió que la Generalitat "no está hoy en día para dar apoyo financiero ni subvenciones, sino para dar apoyo de otro tipo, que debe ser adicional y delimitado en el tiempo".

"Algunas empresas tendrán financiación, pero otras únicamente asesoramiento", prosiguió el titular de Economía, que añadió: "Tenemos que alentar los proyectos en sus fases iniciales pero no hacerlo de manera recurrente". El consejero dio por extinguidos los planes de competitividad de los que presumían los Gobiernos de Francisco Camps y advirtió: "Ahora introducimos la concurrencia competitiva. No se asignarán fondos a priori a sectores en general, sino que tendrán que ser los empresarios los que presenten los proyectos y compitan por los fondos con las mejores ideas".

En el transcurso de la jornada también intervino Luis de Guindos, director de PwC y uno de los candidatos que suenan para ocupar el Ministerio de Economía si gana el PP tras el 20-N.

De Guindos advirtió de que "o hay recuperación económica o va a ser difícil mantener el entramado institucional del Estado del bienestar".

Para Luis de Guindos sería necesario que el nuevo Gobierno tuviese un plan integral, que debería pasar por reducir la desconfianza de los agentes económicos domésticos, ceñirse a los objetivos presupuestarios, reformar el mercado laboral, abordar una nueva reestructuración bancaria y racionalizar la Administración, no recentralizar.