La nueva vía conectará A Coruña y Madrid en menos de siete horas

Renfe está ajustando estos días los horarios de sus trenes para la entrada en funcionamiento el 11 de diciembre de la nueva línea de AVE A Coruña-Santiago-Ourense. A la espera de conocerse los nuevos horarios y precios para los trenes interiores que se desplazan solo entre esas tres ciudades -el Ministerio de Fomento lo estaría reservando con gran secretismo como estrategia política de cara a la campaña electoral, según varias fuentes-, lo que ya se sabe es cómo afectará la nueva línea a los trenes de largo recorrido que salen de Galicia.

Con las nuevas vías en funcionamiento, de los dos trenes diarios que conectan Galicia con Madrid uno de ellos, el Talgo, que sale a primera hora de la tarde y llega a la capital a las nueve de la noche, reducirá su tiempo de viaje en 52 minutos desde A Coruña y en 49 minutos desde Santiago. El tiempo total de viaje pasará así en el caso de A Coruña de cerca de ocho horas a algo menos de siete, mientras que desde Santiago se reducirán las siete horas y cuarto actuales a menos de seis horas y media. A cambio, el precio del billete en tarifa general a la capital española se incrementará en tres euros desde ambas ciudades gallegas, pasando de 53,20 a 56,40 euros en el caso de los viajes desde A Coruña y de 50,20 a 53,20 euros en el de Santiago.

Renfe no dice nada sobre los nuevos horarios entre las ciudades gallegas

El convoy que no cambiará sus horarios será el Trenhotel, que sale a última hora de la tarde de Galicia y emplea unas 10 horas en llegar, a primera hora de la mañana, a Madrid. Ese tren y el Arco que se dirige al País Vasco serán los únicos de larga distancia que seguirán circulando de momento por las vías viejas entre Santiago y Ourense y por lo tanto los únicos que hagan paradas intermedias, en Lalín y O Carballiño, estaciones que desaparecen del Talgo diurno a Madrid al aprovechar éste las nuevas vías del AVE para circular más rápido.

Igualmente, tampoco cambiará sus horarios ni sus precios el Talgo diurno equivalente al de A Coruña que a primera hora de la tarde sale de Vigo en paralelo hacia Madrid y que no se beneficia de las nuevas vías entre Santiago y Ourense. Ese tren del sur seguirá empleando siete horas y media hasta la capital de España, 40 minutos más que desde A Coruña, con un coste de 50 euros.

En todo caso, los horarios de los trenes a Madrid volverán a cambiar y reducirse el próximo verano, cuando está previsto que comience a operar el nuevo tren híbrido que no solo aprovechará las ventajas de la línea A Coruña-Santiago-Ourense sino que por sus características también podrá circular más rápido por el resto del recorrido a la capital española, tanto por vías convencionales como por las nuevas del AVE allí donde ya están terminadas. Con ese tren, que también beneficiará a Vigo y que facilitará que se presten más servicios diarios en cada sentido, los viajes actuales de más de siete horas y los que habrá a partir de diciembre de más de seis horas quedarán reducidos a apenas cinco horas entre Santiago y Madrid.

En cuanto a los horarios y frecuencias que habrá a partir del 10 de diciembre en los trenes que circulan solo entre las tres ciudades gallegas con nuevas vías, el secretismo impera en Renfe y Fomento a todos los niveles. Fuentes internas de ambas instancias indican que lo normal sería que se hubiesen desvelado ya a principios de octubre, dos meses antes de que circulen los nuevos trenes, por lo que atribuyen el retraso a una estrategia del propio ministro, José Blanco, ante la campaña electoral. Los portavoces oficiales, por su parte, se limitan a contestar que los horarios y frecuencias se harán públicos en su debido momento a través de la página web de Renfe.

De los precios de estos trenes internos, que sufrirán un incremento presumiblemente similar al del Talgo a Madrid pero todavía no concretado, esas mismas fuentes dan por seguro que no se conocerán hasta después de las elecciones generales. En el caso de las tarifas, estos plazos tan ajustados -las elecciones son 20 días antes de la puesta en servicio- sí fueron similares en inauguraciones de líneas AVE en el resto de España.