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La aventura de Peinado en el Oeste

El artista malagueño inaugura 'La carreta', una serie pictórica que alude a la crisis

Margot Molina

Francisco Peinado (Málaga, 1941) habla de sus obras como si fueran de otro. Es como si a él mismo todavía le sorprendiesen detalles del lienzo que habrían pasado desapercibidos hasta ese momento. A la pregunta ¿Son eso escorpiones? El artista responde: "Este de aquí sí, pero el otro no lo sé. Parece, por los ojitos. Algunas personas me han dicho que llevan pepitas de oro... puede ser", explicaba Peinado ante una de las obras de la muestra La carreta, que inauguró ayer en la galería Birimbao de Sevilla. Con esta exposición cierra la serie Western que inició en 2006 y de la que ha realizado dos exposiciones anteriores en las galerías Javier Marín (Málaga) y Fernando Serrano (Trigueros, Huelva).

Con la muestra de la galería Birimbao de Sevilla pone fin a la serie de 2006

"Desde que era muy joven tenía ganas de hacer algo sobre el western, eso siempre había estado ahí. Un día me levanté y empecé a trabajar en el tema. El proceso es muy lento hasta que empiezas pero, una vez que estas en ello, la vida te va mostrando el camino", comenta el artista, quien asegura que esta serie, en la que abundan las carretas en busca del codiciado oro en paisajes casi desérticos, fue casi una premonición de la crisis económica que estalló en 2008. De hecho, el trabajo se nutrió de la realidad a partir de entonces. "Tengo muchos más cuadros de Western en mi estudio que no se han visto nunca, algunos de grandes dimensiones que habrá que guardar hasta que pase la crisis", explica el artista, quien, a pesar de sus 70 años, sigue produciendo una obra llena de vitalidad, sarcasmo e ingenuidad.

Desde sus primeros acercamientos al surrealismo, fruto de la infancia y la juventud que pasó en São Paulo (Brasil) -donde residió hasta los 22 años-, al expresionismo e, incluso, a una abstracción matérica que se cuela por las esquinas de sus lienzos, Peinado nunca ha parado de experimentar. Instalado en una figuración muy particular desde el principio de su carrera, lo que jamás falta en sus lienzos es la poesía.

Aunque hace poco más de una década que Peinado pregona su libertad a los cuatro vientos, ningún aficionado a la pintura podría ver ataduras en su producción anterior. Quizás su capacidad de reinvención es consecuencia de sus comienzos, cuando trabajaba en un banco en São Paulo. "A mí el arte me llegó. Yo era muy joven y todo el mundo me decía que era bueno para la pintura. Es la gente la que me hizo artista. Pero después descubres que para encontrarte con la pintura tienes que trabajar mucho y debes estar bien organizado. Los mecanismos de todo lo que rodea a un artista son complicados, más complicados que encontrar oro", asegura.

La carreta, que podrá verse en la galería Birimbao hasta el 30 de noviembre, está plagada de carromatos cubiertos con lonas blancas como los de las películas del Oeste. Pero también hay vaqueros que cabalgan en solitario, como El buscador de oro, un óleo sobre cartón de 34 x 59 centímetros -formato de la mayoría de las obras de la muestra-, en el que un hombre pone tanto empeño en su cometido que se le han salido los ojos y le cuelgan de sendos muelles.

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Pero, sin duda, la pieza más impactante es La Axarquía, un óleo sobre lienzo de 89 x 116 centímetros en el que aparece un pueblo sobre un precipicio del que han caído dos vehículos, preámbulo del nuevo tema que obsesiona al artista: los coches. Una nube matérica sobrevuela la extraña villa con árboles en los tejados, mientras los paisanos saludan con los brazos en alto. El artista, como siempre, dice que cada uno debe inventarse su propia historia. La suya, es privada. Obsesiones viejas y nuevas que conviven en esta última entrega de la aventura de Peinado en el Oeste.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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