Jerez no remonta el vuelo

Es una lenta agonía. La fuga de vuelos se agudiza en el aeropuerto de Jerez. En los últimos años, el descenso de pasajeros ha rozado el 40% y las conexiones aéreas han caído en picado. En Internet, todavía se promociona el aeródromo de La Parra como enlace con importantes destinos de países europeos, pero lo cierto es que desde Jerez ya solo se puede volar a un país extranjero: Alemania. En cuestión de meses se han eliminado del mapa aéreo de la ciudad gaditana los destinos de Viena, Zúrich, Luxemburgo, Londres, Bruselas y Berlín. A esto se añade la eliminación de las conexiones con Bilbao y Faro.

El golpe definitivo ha llegado en octubre, con el inicio de la temporada de invierno. El pasado jueves cayó una conexión de Vueling con Barcelona y el viernes se sacrificaron dos rutas más: las de Ryanair con Londres y con Madrid, que según la compañía irlandesa se recuperarán a finales de marzo. Actualmente, el aeropuerto de Jerez mantiene solo ocho destinos: Madrid (Iberia), Barcelona (Ryanair), Palma de Mallorca (Air Berlín), y las ciudades de Stuttgart, Múnich, Dusseldorf, Hannover y Francfort.

El descenso de pasajeros ha sido imparable. En 2007, despegaban o aterrizaban en La Parra más de 1,5 millones de viajeros. Solo un año después, los usuarios caían un 18,9%, hasta 1,3 millones. El retroceso no había hecho más que empezar. En 2009, el aeropuerto cedía otro 17,2% hasta situarse en 1.079.000 usuarios; y en 2010 perdía otro 3,4%, mientras que en capitales como Sevilla o Málaga se alcanzaba un repunte de un 4,3% y un 3,8%, respectivamente. En el transcurso de 2011, ya se ha esfumado otro 0,1% de pasajeros, frente a los crecimientos contabilizados en la capital hispalense (21,6%) y en el aeropuerto de la Costa del Sol (8,6%).

La provincia de Cádiz es destino de miles de turistas extranjeros, pero las rutas aéreas no terminan de estabilizarse pese a la extraordinaria inversión. Desde 2005, el Estado ha destinado al aeropuerto de Jerez más de 80 millones de euros. Hace menos de un año, La Parra duplicó las dimensiones de la terminal, con capacidad para absorber a 2,8 millones de viajeros al año. Además, se han construido nuevos aparcamientos, así como un apeadero de Renfe.

El objetivo del Gobierno pasa por alcanzar "de inmediato" el millón de pasajeros y llegar en el medio plazo a los dos millones de usuarios.