Reciclaje sabroso

Como las madres que hacen magia en casa con las sobras para alimentar a la familia, la artista macedonia Elpida Hadzi-Vasileva (1971) se aprovecha de los restos de comida y crea un festín para los ojos.

Tras pasar ocho meses en la cocina del restaurante londinense Pied à Terre (www.pied-a-terre.co.uk) como artista residente, aunque absorbiendo el proceso de trabajo de la cocina y de la sala (y también probando los menús), Hadzi-Vasileva fue recopilando restos para componer cuadros y esculturas que decoran el espacio: criadillas de cordero transformadas en lámparas o en bolsos, composiciones florales con mandíbulas de conejo, pinzas de crustáceos, carcasas de caracoles o huesos de pollo; instalaciones con piel y espinas de pescado; conchas de vieira como tapices... Una vez limpios y transformados en el taller de la artista, residente en Brighton, los objetos pasaron a las paredes, el techo, las escaleras y distintos rincones del restaurante. Aunque resuelto con elegancia, el resultado es una provocación que equilibra lo bello y lo bestial.

Las creaciones de Hadzi-Vasileva, con el nombre de El deseo del testigo, se exponen (hasta hoy) a la vista de comensales y visitantes y, como en una galería, están a mano y bolsillo de coleccionistas. "Mi intención es lograr un trabajo que desafíe e inspire a quienes lo contemplan y que al mismo tiempo armonice con el entorno", opina Hadzi-Vasileva, cuyos audaces trabajos pueden verse también en su web (elpihv.co.uk). Para crear sorprendentes piezas, la creadora maneja materiales orgánicos, tanto animales como vegetales. Y por eso su trayectoria interesó a los comisarios de arte encargados de seleccionar la candidatura apropiada para iniciar en Pied à Terre el experimento de artistas residentes en restaurantes (www.artist-in-restaurant.co.uk).

Tras el fructífero resultado de la estancia de Hadzi-Vasileva (a quien ya le han tirado los tejos varios galeristas atraídos por su exhibición de arte culinario), habrá más jóvenes talentos invitados a participar. Ya ha comenzado la selección para el próximo año.

No es la primera vez que Pied à Terre cuenta con la colaboración de artistas. Los prestigiosos pintores Peter Blake y Howard Hodgkin y el recién desaparecido padre del pop británico Richard Hamilton fueron invitados a contribuir a la armonía de comida y arte que quieren fomentar los responsables del restaurante londinense. Reconocido con dos estrellas Michelin, en diciembre próximo cumplirá 20 años. Su actual chef, Marcus Eaves (que con 27 años obtuvo su primera estrella cuando llevaba la cocina del local hermano L'Autre Pied), es mimado por la crítica británica por sus propuestas gastronómicas, de enorme carga visual. De modo que la iniciativa de invitar a los artistas a fundirse con la cocina ha incrementado la intención seductora del restaurante.

"Arte y comida han sido históricamente aliados. En un restaurante de alta gastronomía, donde se busca la creación de platos visualmente exquisitos y de extraordinario sabor, esa relación es vital", asegura David Moore, director de Pied à Terre. "Nuestro objetivo es lograr una atmósfera estimulante para los comensales y establecer un compromiso con el arte contemporáneo, ofreciendo a los artistas trabajar juntos en el proceso creativo".