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La Xunta clasificó como "incidente" el accidente de un avión contraincendios

El colegio de pilotos exige a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea que investigue el siniestro, que se produjo al aterrizar en la base ilegal de Beariz

El Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial califica como "accidente" lo que la Xunta define como "incidente". Entre otras cosas, la ley considera accidente todo aquel suceso aéreo que "produzca daños o roturas estructurales" en los aparatos", y mete en el saco de los incidentes aquellos "en los que concurran circunstancias que indiquen que ha estado próximo a producirse un accidente" sin llegar a serlo. En la base de Beariz, clausurada el viernes por Fomento tras reiteradas denuncias, lo que ocurrió a las 20.20 horas del 21 de septiembre, 11 días antes del siniestro mortal de un piloto de la misma base y la misma empresa en un incendio en Monterrei, dejó fuera de circulación e inutilizable el aparato, y a uno de los tripulantes de baja indefinida.

El aparato que protagonizó el suceso no ha vuelto a volar

La avioneta, una Cessna 337-G, de las que ha contratado Medio Rural este año para los trabajos de coordinación durante los fuegos forestales, entró en pista y no pudo frenar a tiempo, por lo que, según relatan fuentes de los equipos de extinción de incendios, se estrelló contra la casa que hay al fondo, en la que, hasta su cierre, solían descansar los trabajadores de la base de Beariz. Tras el impacto, el aparato terminó cayendo en la gran balsa de agua en la que repostan los aviones de carga en tierra, encargados de sofocar las llamas en los incendios forestales. Las múltiples fotos que difundió la CIG tras el suceso dan muestra de los daños que sufrió la aeronave, de 36 años de antigüedad, que de momento no ha vuelto a volar.

Según el sindicato, testigos del suceso defendieron aquellos días que la "causa probable" del siniestro fue "la pérdida de frenos" de la aeronave en el momento del aterrizaje. Pero tanto la Xunta como la empresa propietaria de los aviones, Ángel Martínez Ridao, SL, siguen sosteniendo que si el Cessna 337-G chocó fue porque "realizó una entrada larga en la pista", es decir, que aterrizó tarde a causa de un fallo humano.

Todos los accidentes e incidentes tienen que ser notificados a la comisión de investigación de Aviación Civil, dependiente del Ministerio de Fomento, y este organismo debe determinar las causas. En la página del departamento que dirige José Blanco se da cuenta de numerosos siniestros acaecidos en Galicia, entre ellos cuatro accidentes mortales protagonizados desde 2004 en Ourense por aviones de extinción de incendios de la compañía sevillana Martínez Ridao (todos con base en Beariz o Sober), pero no aparece el suceso del 21 de septiembre registrado en la pista irregular de Beariz.

Miguel Ángel Martínez, portavoz de la empresa, aporta desde Utrera la portada de la notificación oficial que realizó la compañía a la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil para "desmentir" comentarios e informaciones que apuntaban a que no se dio parte del suceso. Además, él lo clasifica, igual que la Xunta en un comunicado previo, como "incidente". Defiende que la pista de Beariz "cumple de sobra con los requisitos mínimos" y asegura que los aviones están en condiciones óptimas para trabajar. Tanto los Cessna 337-G como los PZL M18A Dromader (las aeronaves de carga en tierra como la que pilotaba Íñigo Zubiaga cuando sufrió el accidente mortal de Monterrei el pasado día 2) "tienen certificados de Aviación Civil, cumplen con los programas de mantenimiento y los partes se renuevan constantemente", afirma Martínez. "La edad", en estos aviones, "no significa nada", añade el portavoz de la firma que trabaja desde hace años para la Xunta, y rechaza la posibilidad de que se tratase de un fallo mecánico, como apunta la CIG.

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El director general técnico del Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Comercial, Eduardo Gavilán, además de denunciar los "riesgos" de la base de Beariz, exigió el día 11 a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea que llegase al fondo del accidente que acabó con el avión medio sumergido en la balsa de agua. También la CIG reclama una investigación "para que no se vuelvan a repetir este tipo de accidentes que tan nefastas consecuencias tuvieron ya". En Beariz no era la primera vez que un avión chocaba contra un obstáculo al final de la pista.

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