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Reportaje:DINERO & INVERSIONES

Oportunidades entre la 'basura'

Los expertos ven en los bonos de alta rentabilidad una buena opción para invertir

David Fernández

No se asuste. Entre los desperdicios también puede haber oportunidades de inversión. La jerga financiera anglosajona califica de bono basura (junk bonds) a las emisiones de aquellas compañías o Estados cuya deuda ha sido degradada por las agencias de calificación de crédito hasta el nivel de no inversión o especulativo. A estos activos también se les conoce como bonos high yield o de alta remuneración, ya que sus emisores deben compensar el mayor riesgo de impago con elevadas rentabilidades. El miedo a que la economía mundial caiga de nuevo en una recesión y la compleja salida a la crisis de deuda soberana en Europa han provocado que se haya ampliado el diferencial de rédito extra que el mercado exige a la deuda basura frente a los bonos considerados como libres de riesgo (triple A). El aumento de los spreads es, en opinión de los expertos, exagerado y destapa buenas oportunidades de inversión en el segmento high yield.

Este tipo de deuda está muy ligada a la Bolsa, pero es menos volátil
Los precios descuentan un nivel de quiebras que se antoja exagerado

"Las primas de riesgo están en niveles incompatibles con las bajas tasas de morosidad", explican desde Consulnor. "En términos de crédito, parece haber mayor valor en la deuda que está menos ligada a la deuda soberana y donde un error político no es tan crítico. En este sentido, los bonos high yield son interesantes. Los diferenciales se han ampliado mucho más de lo que es razonable por el riesgo de impago y la TIR que están ofreciendo es muy elevada en relación con el crédito de alta calidad", añaden desde esta entidad.

A principios del mes de octubre, el diferencial entre la rentabilidad de los bonos de compañías estadounidenses y la deuda del Tesoro superó los 900 puntos básicos, su mayor nivel en dos años. Desde entonces, el spread se ha reducido algo, pero importantes instituciones financieras como JPMorgan, Barclays Capital y Blackrock insisten en que es un buen momento para incrementar el peso de la deuda basura en las carteras.

"Con la rentabilidad de los bonos high yield por encima de su media histórica, los bajos niveles de quiebra y los riesgos económicos todavía en el tablero, creemos que los inversores deberían favorecer este activo frente a la renta variable, más dependiente de un crecimiento económico sostenido y de los beneficios empresariales", dicen desde JPMorgan en declaraciones recogidas por la agencia Bloomberg.

Desde un punto de vista histórico, la deuda de alta rentabilidad siempre ha tenido una gran correlación con la evolución de la Bolsa. Sin embargo, la volatilidad de este activo suele ser menor que la de las acciones. Este fenómeno se debe en parte al pago regular del cupón. "Además hay que tener en cuenta que en un escenario de suspensión de pagos tiene prelación en el cobro el bonista frente al accionista", argumenta Miguel Arregui, de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Este experto también ve valor en los activos high yield. "Estos bonos son bastante sensibles a la cantidad de liquidez que hay, y en estos momentos en el mercado hay bastante liquidez. Creemos además que los spreads se reducirán aún más. En 2008, por ejemplo, la tasa de impagos que descontaban los bonos basura resultó ser el doble de la que luego se confirmó", señala Arregui.

"La volatilidad de los bonos high yield es la mitad que la de la renta variable. Los accionistas, además de no tener prelación sobre los bonistas, pueden sufrir que la compañía deje de pagar dividendo o que amplíe capital y diluya así su participación", comenta Sebastián Larraza, responsable de gestión alternativa de Ahorro Corporación. Larraza reconoce que su entidad apuesta por estos activos, siempre de una forma diversificada y con vocación global. "Cuatro años después del comienzo de la crisis, los fundamentales de las compañías han mejorado, han reducido su apalancamiento y generan flujos de caja recurrentes. Además, el ciclo económico todavía es de expansión, ligera, pero de expansión al fin y al cabo", indica este experto.

Los bonos high yield están cotizando ahora mismo como si el 9% de los emisores fuese a declararse en quiebra el próximo año, cuando la previsión de Moody's es que esta tasa se sitúe entre el 1% y el 2%. "Creo que los bonos HY están ofreciendo un valor bastante decente en este momento", dice a Bloomberg Matt Eagan, gestor de fondo Loomis Sayles Bond, que invierte más del 35% de su patrimonio en activos con un rating de grado de no inversión. Eagan señala que en el caso de las compañías estadounidenses disfrutan de sólidos beneficios pese al débil entorno económico, lo que indica que no solo podrán pagar el principal y los intereses de su deuda, sino también que pueden aprovechar los bajos tipos de interés oficiales para refinanciar ésta. "El nivel de quiebras permanecerá bajo por más tiempo", indica.

Muchos expertos advierten de que la única manera en la que los pequeños inversores deberían invertir en el mercado de deuda corporativa es a través de fondos de inversión, tanto por la diversificación que estos productos ofrecen como para evitar ser víctimas de los amplios diferenciales entre los precios de compra y de venta en el mercado, ya que muchos de estos bonos tiene un volumen de negociación bajo. Eso sí, el inversor debe informarse bien entre los numerosos fondos de high yield que se comercializan, ya que algunos de ellos compran deuda calificada con CCC o menos, además de acciones normales o preferentes, convertibles o incluso derivados. También hay que informarse de la divisa en la que está emitida la deuda para no llevarse sorpresas con el tipo de cambio si el activo no está en euros.

"Más que seleccionar bonos por rating, lo que haríamos es elegir emisiones de aquellas compañías con una beta [correlación con el mercado] baja, debido al momento económico en el que nos encontramos. En este sentido, nos gusta más la renta fija de empresas de servicios públicos o telecomunicaciones que aquellas compañías más ligadas al ciclo como el sector industrial", aconseja Arregui.

EE UU es el principal mercado para los bonos de alto rendimiento.
EE UU es el principal mercado para los bonos de alto rendimiento.RICHARD DREW (AP)

Más 'ángeles caídos'

En el mercado se denomina como ángeles caídos a aquellas empresas cuya nota de solvencia pierde el nivel de grado de inversión. En lo que va de año, 28 compañías en todo el mundo han pasado a tener el estatus de fallen angels, según los últimos datos de Standard and Poor's. El año pasado, durante el mismo periodo, solo 13 empresas vieron calificada su deuda como "basura". Entre los nuevos ángeles caídos se sitúan grupos como Sunoco, Tokyo Electric Power, Lafarge o Allied Irish Bank, entre otros. La agencia de calificación avisa además de que 42 compañías están al borde de entrar dentro de la categoría de bono especulativo. La deuda de estos potenciales ángeles caídos asciende a un valor conjunto de 222.700 millones de euros. En los nueve primeros meses del año se avistaron 25 estrellas emergentes (empresas que recuperan el rating de inversión). -

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.
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