Vigo exige explicaciones por su exclusión de la red de transportes
El desconcierto está servido, todos piden explicaciones. Vigo no figura en el corredor ferroviario atlántico de alta velocidad ni tampoco como puerto principal, sino complementario, en el mapa de la red transeuropea de transporte que se conoció el pasado miércoles como un macroproyecto a desarrollar entre 2014 y 2020. A Coruña, sin embargo, se beneficiaría, según el primer anticipo de ese macroproyecto, de la alta velocidad para el transporte de viajeros y de la consideración de puerto principal.
El conselleiro de Infraestructuras, Agustín Hernández, se sumó ayer a la exigencia al Ministerio de Fomento de explicaciones por la exclusión de Vigo, concretamente, si la misma es debida a un error o a una gestión inadecuada del proyecto. La discriminación "debe ser corregida", dijo, y el puerto debe tener "el mismo tratamiento que otros, como el de A Coruña". Antes había expresado la misma exigencia Ignacio López-Chaves, presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, que espera obtener la aclaración de Fomento el próximo lunes.
López-Chaves puso sobre la mesa unos datos elocuentes: mientras Vigo movió en 2010 mercancías por valor de 11.800 millones de euros y el 40% de las exportaciones gallegas, A Coruña movió 5.600 millones y el 9% de las exportaciones. El que Vigo no esté en el mapa de los 83 puertos europeos principales de la red transeuropea de transporte limita, a su vez, sus posibilidades de recibir fondos europeos, como los vinculados a la puesta en marcha de la autopista del mar, que tampoco arranca.
"Error de Bruselas"
El alcalde, Abel Caballero, atribuyó el mismo miércoles la doble exclusión de Vigo -ferroviaria y portuaria- a un "error de Bruselas", según le explicaron al regidor en Fomento. Caballero es políticamente el primer interesado en que así sea, después de mantener reiteradamente su apuesta en que el AVE llegará a Vigo no solo desde A Coruña, sino también desde la Meseta, por el ramal de Cerdedo. El "error" habría sido cartográfico: la retirada por parte de Portugal de la línea Oporto-Vigo -pese a que su construcción podría obtener hasta un 40% de subvención comunitaria-, que en un principio sí aparecía, habría inducido el borrado del tramo Vigo-Santiago. El BNG ha encontrado en el asunto ocasión para acusar tanto al PSOE como al PP de "las grandes mentiras" encerradas en el "famoso pacto del Obradoiro" y en los compromisos de Caballero.
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