La bella y la hogaza

Tras décadas siendo maltratados por ariscos empleados, capaces de tratar con displicencia cualquiera de tus dudas y siempre dispuestos a poner en solfa todas y cualquiera de tus decisiones (¿te vas a llevar este? Tú mismo, pero el primero era mejor), hoy, que nos acompaña Claudia Bassols, nos vemos agasajados. Más que buscar el disco de Mumford & Sons en Discos Castellò -clásica disquería en el número 7 de la calle Tallers-, parece que estemos comprando un bolso Birkin en una tienda de Hermès. "Será la crisis", interviene ella tratando de quitarle trascendencia al hecho de que un empleado vuelva del almacén con cara de que se le ha muerto la abuela para informarnos de que el disco se les ha agotado. Al final, la actriz catalana se hace con un CD en directo de The Cure, grabado en Barcelona hace una década y que sale por un pico, pero posee valor emocional para ella. "Yo estuve en ese concierto. Robert Smith es mi héroe".

01 Hinojo y anís verde

Tras finalizar su participación en la serie Gavilanes y la película Emulsion, que ha rodado en el Reino Unido bajo la dirección de Suki Singh, Claudia Bassols tiene la tarde libre y un listado de cosas por hacer en este barrio, al que siempre acude cuando se encuentra en Barcelona, aunque su residencia se halle en la zona alta, lejos del Raval, física y metafísicamente. "Debo comprarle unas hierbas para hacer infusiones a mi hermana. Ha tenido gemelos". Enfilamos Tallers en dirección a la calle Elisabets, y llegamos, en el número 18, al Herbolari Llansà, centenario negocio que ya ha entrado en aquella fase en que parece que en él se hacen más fotos que transacciones comerciales. Bassols compra una mezcla de hinojo y anís verde. "Creo que si repetimos esto en 10 años, no queda nada de esto", apunta antes de informar que tiene un poco de hambre.

02 Panes muy ricos

"Me gusta mucho comer. Por eso disfruté tanto de Spain... On the road", recuerda al respecto de la serie documental emitida entre 2008 y 2010 que rodó junto a la actriz Gwyneth Platrow, el chef Mario Batali y el periodista gastronómico Mark Brittman. Dos temporadas recorriendo España con la intención de comérsela entera. "Aquella experiencia fue única. Tan bueno que yo no lo llamaría un trabajo". Además de ponerse las botas, Bassols sacó una buena relación con la protagonista de Two lovers. "Si algún día grabo un disco, haré un dueto con Gwyneth. Chris [Martin, marido de Paltrow y líder de la banda Coldplay] producirá el disco", bromea la actriz cuando estamos a punto de entrar en el Barcelona Reykjavik (Doctor Dou, 12), célebre espacio consagrado al pan y uno de los precursores de la moda panadera que arrasa en la ciudad. Con un par de bolsas de harinas especiales y pegándole muerdos a un pan hecho con un montón de cereales, Claudia loa la belleza de esta zona noble del barrio del Raval, aunque admite que se siente en casa en muchos lugares del mundo. "Me gusta viajar y desde el principio enfoqué mi carrera con vocación internacional", dice. "No sé si es más o menos difícil que quedarse en un mismo lugar, pero es lo que me pedía el cuerpo". Bassols estudió en un colegio bilingüe. Con el tema del inglés solucionado y tras pasar por la escuela de teatro musical que Coco Comín posee en Barcelona, prosiguió su formación en Los Ángeles, Sidney y Carolina del Norte. Celebró su 29º cumpleaños en Tailandia, rodando The eagle path junto a Jean-Claude Van Damme, y ahora mismo insiste en que nos llevemos un pedazo de este pan tan rico que ha comprado. Y así, con una hogaza de pan en la mano, nos dirigimos rumbo a nuestra siguiente parada.

03 Fruta para todos

"Reivindico los zumos naturales", informa mientras entramos en el bar Lobo. Situado en el número 3 de la calle del Pintor Fortuny, este local propiedad del Grupo Tragaluz es una cafetería de tendencia y un restaurante japonés. Su terraza se halla entre las más cotizadas de la ciudad y, claro, no hay sitio. Buscamos un lugar en el interior, y la actriz pide zumos para todos. "¿No sería maravilloso poder tomarse un zumo natural mientras bailas en el Razzmatazz?", pregunta ante el estupor de su audiencia. ¿Mejor que un gin-tonic?, preguntamos.

Se acaba su zumo y parte del nuestro. Mira el reloj. "¿Estará abierto ya?", pregunta en referencia al restaurante en el que ha quedado para cenar con unos amigos. Para solventar la duda volvemos sobre nuestros pasos en dirección a Mama Café (Doctor Dou, 10). Cocina de mercado a precios razonables. Como era de esperar, aún está cerrado. "Es que me gusta cenar pronto, y aquí no hay manera", explica. Vencemos la reja que certifica que el local está cerrado y entramos. Más allá de repeler nuestra invasión, el propietario y su padre nos ofrecen silla y conversación. Esto supera incluso lo de la tienda de discos. Esta chica tiene algo. "¿Falta mucho para que abra la cocina?", inquiere al propietario, quien hace ademán de reclamar la presencia del chef. Y ahí dejamos a Claudia Bassols, esperando a sus amigos y repasando la carta junto al padre del propietario.