El caudal de los ríos es hasta un 30% menor de lo habitual
En diez días la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil podría activar la prealerta por sequía, como ya hizo la del Cantábrico, según indicó ayer su presidente, Francisco Fernández Liñares, "en el caso de que no se dé una suficiente cantidad de precipitaciones". Jorge Marquínez, presidente de la del Cantábrico, atribuye la prealerta a que los caudales de los embalses y los circulantes por los ríos están muy bajos. "Es un estiaje muy fuerte", apostilla.
Para Liñares, la situación "sin llegar a ser alarmante, sí que es preocupante". La Confederación Hidrográfica Miño-Sil controla embalses de la talla del de Belesar, en el sur de la provincia de Lugo, que no alcanza el 5% de su potencial de reserva por unas obras que se acometen en la presa. Este bajo porcentaje incide en la media, que se sitúa en torno al 49,79% y que, sin Belesar, sería del 70%, según Fernández Liñares. Lo más inquietante, añade, es el caudal de los ríos, "entre un 25% y un 30% menor que otros años por estas fechas".
Más que en las zonas urbanas, las dificultades podrían ser más fuertes "en pequeños sistemas de abastecimiento rural", según Marquínez. "Todos tenemos que hacer un esfuerzo para reducir la presión sobre los ríos, que en estos momentos viven una crisis que debemos atender desde el punto de vista ecológico y para que se puedan satisfacer las demandas que existen", señala, para asegurar que la prealerta no se desactivará esta semana y que habrá que esperar a la que viene, "que parece que llegan nuevos frentes". Es decir, que lloverá, aunque no se sabe si lo suficiente para recuperar la normalidad.
