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Reportaje:LIGA DE CAMPEONES | Tercera jornada

Entrenador sin carné

Remi Garde, técnico del Lyon y admirador de Wenger, todavía no se ha sacado la licencia

Eleonora Giovio

Tiene 45 años, el pelo bien peinado, la cara de niño bueno y la mirada atenta. Observadora. "El trabajo de entrenador es, primero, trabajo de observador". Palabra de Remi Garde, el nuevo técnico del Lyon que en verano sustituyó a Claude Puel. Hoy pisará por primera vez el Santiago Bernabéu. Un plus, dijo, para él y para el equipo. "Aunque el duelo contra el Madrid sea ya un clásico de la Champions, no hay riesgo de que se convierta en una rutina. Menos sabiendo que es mi primera vez en este estadio", afirmó ayer. El que fuera centrocampista del Lyon (1984-1993) y años más tarde (1996-1999) el primer capitán extranjero del Arsenal -antes de Patrick Vieira- no tiene carné de entrenador. Todavía no se ha sacado el DEPF, como se llama en Francia. Las clases, ha explicado Garde en más de una ocasión, son en París y siempre coinciden con los viajes europeos del equipo. "Estoy inscrito al curso, el año que viene me sacaré la licencia. No soy el único que no la tiene", ha comentado en varias entrevistas. La Liga francesa permite sentarse en el banquillo a los entrenadores sin el DEPF siempre y cuando en el cuerpo técnico haya alguien que sí lo tenga. En el caso del Lyon, Joel Bats ex internacional y preparador de porteros.

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Garde nunca había entrenado. Fue segundo de Paul Le Guen durante dos años y otros tantos de Gerard Houllier. Siempre en Lyon. Luego pasó a dirigir la cantera. En sus años de ayudante redactaba los informes de los rivales europeos. Se convirtió en una especie de amuleto para Houllier, que nunca se desplazaba a los partidos europeos sin tenerle a su lado. Tras la marcha de Houllier en 2007, el presidente Jean-Michel Aulas ofreció a Garde el banquillo del primer equipo. Rechazó la oferta porque aún no se sentía preparado. Este verano sí aceptó. Para alegría de los jugadores, que destacan su cercanía, su trato con los jóvenes [la del Lyon es la plantilla más joven de la Champions, con una media de edad 24,3, tras la del Dinamo de Zagreb, 24] y su capacidad de escuchar.

"Este equipo necesitaba un cambio en el grupo. Hemos tenido la suerte de que el cambio lo haya dado un técnico que conoce bien la casa y que es muy cercano a los jugadores. Transmite ganas de luchar y salir adelante", reconoció ayer Gomis. De blando, dicen los medios franceses, no tiene nada. De hecho, lo primero que hizo Garde fue quitar el brazalete de capitán al veterano Cris para dárselo a Lisandro (ausente hoy por lesión) y que tuviera más responsabilidad.

El técnico francés se crió en el Olympique de Lyon. De pequeño iba al campo a ver los partidos. Más tarde ingresó en las categorías inferiores. Han pasado ya 30 años desde que sus padres lo llevaran a diario en coche a entrenarse a la llamada Explanada de los Juegos, que estaba justo detrás del fondo sur de Gerland. Con 23 años ya lucía el brazalete de capitán y fue uno de los jugadores que lideró el ascenso del Olympique tras varias temporadas en Segunda. Por aquella época cobraba 6.500 francos al mes (unos 1.200 euros). Era conocido por ser un medio incansable. Pero también por sus problemas de rodilla y su pubalgia. Raymond Domenech, uno de sus primeros entrenadores, llegó a decir de él: "Lo tiene todo. Solo hace falta que viva y se distraiga y que no se tome el fútbol tan en serio". No parece haberlo conseguido: "Pienso en el fútbol mucho más de lo que me gusta. Nada supera la adrenalina de los partidos".

Tras un breve paso por el Estrasburgo (1993-1996) se marchó al Arsenal, equipo en el que terminó su carrera. Vivió en Londres tres años. Lo suficiente para que Arsène Wenger lo nombrase capitán. "Tiene un gran ascendente y capacidad de liderazgo", dijo el técnico. De haber sido por Wenger, Garde se habría quedado en el cuerpo técnico de los gunners una vez colgadas las botas. "Siempre dije que no podría haberme incorporado a ningún cuerpo técnico que no fuera el del Lyon", confesó Garde después. "Pero sí, Wenger es el entrenador que más me ha marcado. Trabajé tres años con él, justo cuando yo ya estaba en un mi fase más observadora y sensibilizada con el fútbol", dijo ayer.

En Francia dicen que Garde ha aportado una mirada nueva, que se ha acercado al fútbol con los ojos de un niño. Él mismo lo ha reconocido el día que participó en Nyón del congreso de entrenadores de la UEFA. "Fui allí como un joven que cumple su sueño. Charlé cinco minutos con Ferguson y Guardiola y les vi un brillo especial en los ojos cuando hablaban de fútbol".

Remi Garde, ayer en el Santiago Bernabéu.
Remi Garde, ayer en el Santiago Bernabéu.JUAN CARLOS HIDALGO (EFE)

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de sociedad especializada en abusos e igualdad. En su paso por la sección de deportes ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de EL PAÍS.
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