Urtasun, héroe en una jornada de impacto
El día que Rudy Fernández demostró los motivos de su astronómica cotización otro jugador, mucho menos mediático, un jornalero durante muchos años en la Liga Endesa, Txemi Urtasun, se erigió en el verdugo del equipo más lujoso, el que más amedrenta, el Barcelona Regal, que perdió con todas las de la ley en Sevilla (81-75).
Joan Plaza, el entrenador del Cajasol, trazó un plan que se verificó con solvencia en la cancha. Y Urtasun no salió a hombros porque era el Pabellón de San Pablo y no la Maestranza. Bien que lo mereció el jugador pamplonés, que no solo minimizó el previsible estropicio que Navarro causa en los rivales, sino que cargó con decisión y puntería en el ataque. En nueve puntos dejó al mejor jugador del último Europeo. Y 23 puntos y cinco rebotes dio a su equipo Urtasun, un escolta de la generación de Rudy Fernández, Marc Gasol o San Emeterio, entre otros.
Apuntaba mucho, muchísimo, como su hermano Álex. Dio un estirón además en el Centro de Formación Siglo XXI del País Vasco, del que surgieron excelentes jugadores. Fichó por el Unicaja, jugó cedido en cuatro equipos y después inició una peregrinación que le llevó desde San Sebastián hasta Sevilla pasando por Madrid, León y Alicante.
Ante un Barça titubeante -con Mickeal en evidente baja forma tras una larga enfermedad, con problemas en la dirección del juego que le llevan a utilizar por momentos a Eidson en esa posición y frenado por la excelente defensa del Cajasol, que impidió que los pívots marcaran diferencias-, Urtasun se reivindicó como el jugador que hace mucho tiempo ya se barruntó que podía ser y del que hasta ahora apenas se había tenido noticia.
El aldabonazo de Urtasun se unió al impacto de la actuación de Rudy, demoledor en la visita del Madrid a la cancha del Blancos de Rueda Valladolid (72-84). El escolta mallorquín, pendiente de las noticias que llegan de la NBA y de Dallas, maravilló en el Pisuerga con 28 puntos, dos rebotes, cuatro asistencias y dos robos del balón, todo ello con la explosividad física y la contundencia en la resolución de las acciones que le caracterizan, la que utilizó, por ejemplo, cuando hizo aquel recordado mate en la cara de Dwight Howard en la final olímpica de Pekín 2008. El Madrid, en el que también destacaron Llull y Mirotic, capturó 13 rebotes más que el Valladolid.
La jornada tuvo más notas impactantes. La derrota del Caja Laboral en Zaragoza fue tremenda (86-66). El equipo de Dusko Ivanovic dejó mucho que desear. Salvo Teletovic y Pau Ribas, sus componentes estuvieron por debajo de lo que se espera de ellos. El CAI cabalgó a lomos de su base belga Van Rossom y del pívot brasileño Hettsheimeir, que sumó 19 puntos y siete rebotes.
Resultó sorprendente la derrota del Valencia ante el Lucentum Alicante (67-70). Kyle Singler, el alero campeón de la Liga universitaria estadounidense con Duke y con billete de vuelta para jugar con los Pistons de Detroit si concluye el cierre patronal en la NBA, ratificó su prometedor futuro con 24 puntos. El Asefa Estudiantes perdió en Fuenlabrada (88-80). Mucho tuvieron que ver en ello el mexicano Ayón, con 20 puntos y nueve rebotes; el neozelandés Penney, con 25 puntos, y los 31 rebotes más que sumó el Fuenlabrada. Un dato estremecedor para el equipo de Pepu Hernández. Finiquitada la tercera jornada, el Unicaja se queda solo en cabeza. Es el único que ha ganado todos los partidos en una Liga Endesa en la que si algo no falta a estas alturas de la temporada son equipos capaces de tumbar al más pintado de los grandes.
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