La nueva Spice Girl de Hollywood

Los Ángeles cuenta con su nueva Spice Girl. Se llama Claudine Keane y ha llegado a la meca del cine con la intención de convertirse en la nueva Victoria Beckham, al menos en lo que a icono de la moda se refiere. La que quiso ser Miss Irlanda y trabajó como modelo de la casa de lencería Ultimo llegó a la ciudad californiana del brazo de su esposo, Robbie Keane, jugador del Tottenham Hotspurs y capitán de la selección nacional de Irlanda, ahora el último fichaje del LA Galaxy. Y si Keane, 31 años, se inspiró en David Beckham al aceptar la invitación del equipo californiano para jugar con el futbolista británico, Claudine, de 28 años, se vio de inmediato como la Spice Pija de esta década.

Con su sonrisa de nácar y su melena rubia, es la perfecta chica californiana

Su llegada el pasado agosto lo dijo todo: voló desde el aeropuerto de Heathrow (Londres) en chándal -eso sí, de Juicy Couture y de cachemira- para aterrizar en Los Ángeles lista para un posado. Keane apareció en la misma terminal con una blusa corta asimétrica que dejaba su estómago al descubierto, vaqueros ajustados en color metálico y esos tacones de Christian Louboutin que tanto le gustan. Además, claro está, del bolso de mano Birkin de Hermès.

Claudine Keane no siempre ha sido conocida por su estilo. Más bien al contrario: por su amor al bronceado artificial y su tendencia a salir de copas con su madre. Un pasado que, como el de muchos europeos antes que ella, quiere dejar atrás en el nuevo continente. Desde su llegada, Claudine ha pasado a ser una nueva WAG, como denominan en la cultura californiana a las compañeras, casadas o no, de las estrellas del fútbol en Los Ángeles.

Un club selecto que encabeza Victoria Beckham y donde Keane ya ha encontrado su hueco ahora que será parte de la campaña otoño-invierno de la línea de moda que dirige la esposa del jugador de fútbol británico. Además con su look rubio y esa amplia sonrisa de nácar, Keane es la perfecta chica californiana. Alguien deseosa de dejar su propia huella, esa que se va labrando con cada partido donde la atención acaba en las gradas.

Claudine ha dejado claro en los partidos de su esposo que ella es la merecedora de toda la atención, vestida durante el último encuentro con una cazadora crema de cuero, un ceñido corsé blanco y sus ya tradicionales vaqueros ajustados. Un estilo que todavía recibe tarjeta roja por su amor a las uñas largas de dragón y a la marcada raya negra en los ojos. Pero a su favor tiene su pasión por el calzado de moda, algo que demuestra un armario lleno de Louboutin además de otros modelos de Alexander McQueen y los indispensables zapatos de Manolo Blahnik. Además está su gusto por vestir de Elie Saab, el diseñador encargado de su traje de boda hace ya tres años.