Márquez choca con su precipitación

Marc Márquez, el piloto más rápido de Moto2, según sus siete poles en las últimas nueve carreras, de las que ganó seis, se ha vuelto a equivocar. Lo hizo repetidamente al inicio del Mundial, el de su estreno en la categoría intermedia, cuando se dejó llevar por sus ansias de triunfo sin haber cogido el punto ni a su nueva montura, de 600cc, ni a su nuevo equipo ni a una parrilla poblada por una cuarentena de máquinas. En Phillip Island, adonde llegó como nuevo líder tras una remontada brillante, pero con apenas un punto de ventaja sobre el alemán Stefan Bradl a falta de tres pruebas, provocó un accidente que puede costarle el título.

El español, de 18 años, había cometido un error al comienzo de la primera sesión de entrenamientos libres para el Gran Premio de Australia: se fue largo y el césped húmedo del circuito terminó por enviarle por los suelos a él y a su Suter. Su equipo pasó la siguiente media hora tratando de recomponer la moto y, cuando estuvo preparada, salió otra vez a la pista. Quedaba un minuto cuando abandonó su taller. No buscaba una vuelta rápida, sino forzarla para ver que rodaba sin problemas y mejorar su puesta a punto para la sesión vespertina. Dio al gas cuando, caída la bandera de cuadros, muchos habían bajado el ritmo y se dio de bruces contra su precipitación: el campeón de 125cc en 2010 y favorito en Moto2 en su debut embistió al tailandés Ratthapark Wilairot.

Márquez entró en la tercera curva, rápida, a la izquierda, y se encontró, a una marcha ralentizada, a Valentin Debise (por el interior) y Wilairot (algo más abierto). Vio al primero, pero no al segundo. Se abrió y, cuando se percató de su presencia, ya se había llevado por delante al asiático.

El atropello fue brutal. El catalán, aunque con golpes por todo el cuerpo y una evidente cojera, apenas sufrió unos cortes en una ceja (un punto de sutura) y la nariz e incluso rodó por la tarde, aunque no hizo más que el 17º tiempo (ocho décimas de segundo más lento que el primero, el italiano Alex de Angelis). Wilairot, que se llevó la peor parte, tuvo que ser trasladado en helicóptero al hospital Alfred, en Melbourne, por un fuerte golpe en la espalda y otro en una rodilla y permanece en él en observación y con un collarín. Los doctores no descartaron una lesión de ligamentos y se perderá la carrera de mañana.

"Sé que he tenido mucha suerte. Me podría haber hecho mucho daño. Tengo magullado todo el cuerpo. Espero que Wilairot esté bien", declaró Márquez poco antes de saber que sería sancionado duramente. La dirección de carrera decidió penalizarle "por conducción irresponsable" con un minuto añadido a sus tiempos en la clasificación de hoy, lo que le colocará mañana en la última posición de la parrilla: como poco, en la 37ª. Una decisión que fue recurrida por el equipo, pero también confirmada poco después por los comisarios de seguridad de la federación internacional (FIM). "Ha puesto en peligro a otro piloto. El entrenamiento se había acabado y él, que iba rapidísimo, ha entrado a una velocidad muy elevada en una curva en la que muchos se paran para ensayar las salidas al final de cada sesión. Hemos tomado la decisión que creíamos más justa", explicó Javier Alonso, el responsable de seguridad de la empresa organizadora, Dorna.

La sanción pone en jaque el Mundial y amenaza el liderato de Márquez, que difícilmente podrá repetir una remontada como la que protagonizó hace un año en la penúltima carrera del curso, en Portugal, donde también salió desde la cola de la parrilla y terminó ganando para una semana después adjudicarse el título de campeón. Pero la parrilla de 125cc no es la de Moto2. No valdrá con apelar a la épica.

"Es un día para olvidar. Intentaremos pasar página. Ellos interpretan el reglamento. Han decidido que me tenían que penalizar y yo lo respeto", añadió el español, resignado. Su representante y director deportivo del equipo, Emilio Alzamora, no se mostró tan comprensivo con la decisión de la dirección de carrera: "Creemos que es una sanción injusta y muy drástica. Hay más alternativas para castigarlo que no implican que salga el último. Marc no ha visto al piloto. Ahora está magullado y disgustado", apuntó.