El homicida del joven magrebí quiso proteger su marihuana
El juez envía a prisión al autor confeso de la muerte
El principal implicado en la muerte de un joven magrebí de 15 años en Marbella (Málaga) ha confesado que le disparó con su escopeta porque estaba harto de que entraran en su propiedad a robarle sus plantas de marihuana. El supuesto homicida, de 58 años e iniciales P.N.G., ingresó ayer en prisión preventiva. Por este caso han sido detenidas además otras dos personas: la esposa del encarcelado, acusada de encubrimiento, y otro joven que supuestamente acompañó al fallecido a robar la marihuana.
Todo ocurrió en la madrugada del domingo al lunes. Varios jóvenes fueron hasta una finca del núcleo de San Pedro Alcántara con la intención de hacerse con unas plantas de marihuana. Los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía creen que no era la primera vez que lo intentaban. En otras ocasiones, el dueño les había sorprendido y perseguido por la propiedad escopeta en mano. Esta vez, los disparos no fueron de advertencia. Uno de los proyectiles impactó en la cabeza de T. A.. Los forenses estiman que falleció a las 4.00. Uno de los jóvenes que supuestamente le acompañaba estaba fuera de la propiedad, esperando que le arrojara las plantas. Según su testimonio, al oír los disparos se asustó y huyó del lugar.
La esposa del dueño de la finca está acusada de encubrimiento
La policía cree que el dueño de la finca envolvió el cuerpo en unos plásticos cuando descubrió que había matado al joven. Después lo trasladó en su coche hasta la carretera que une Marbella con Ronda y lo abandonó en el arcén. Una mujer que paseaba a sus perros descubrió el cadáver a las 8.00.
En el primer momento, los investigadores se centraron en averiguar la identidad del fallecido. Supieron que era de origen marroquí y que vivía con su familia en el núcleo de San Pedro Alcántara. Siguieron las pesquisas, y averiguaron que el chico había participado con otros jóvenes en varios intentos de robo de plantas de marihuana. En una de esas ocasiones, uno de sus amigos resultó herido leve, pero nadie denunció al dueño de la finca. Cuando dieron con el joven que supuestamente le había acompañado hasta la finca la madrugada del día 10 encajaron todas las piezas.
El principal implicado ha declarado en el juzgado de instrucción número 4 de Marbella por un delito de homicidio y otro contra la salud pública. El Código Penal español contempla penas de uno a seis años de prisión para las personas que cultiven o favorezcan el consumo de sustancias estupefacientes, entre las que se incluye la marihuana.
En el registro de la vivienda de P.N.G., los agentes encontraron once armas largas. Entre ellas estaba la escopeta de caza con la que disparó y mató al menor marroquí, según informaron ayer fuentes policiales. Durante la investigación también se ha intervenido el cartucho que se utilizó en el disparo y las plantas de marihuana que cultivaba en la finca. La Policía Científica ha analizado el coche con el que supuestamente trasladó el cadáver.
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