Los diputados catalanes perderán una paga el próximo año y mantendrán sus dietas
Los 135 diputados del Parlamento catalán empezaron ayer a negociar el plan de austeridad para ajustarse el cinturón y, de entrada, rechazaron recortar sus dietas por desplazamiento que, en función del lugar de residencia, oscilan entre 21.000 y los 30.000 euros al año. A rebufo de la decisión del Gobierno catalán de renunciar a la extra de Navidad, los parlamentarios acordaron cobrar la paga de diciembre pero a cambio perderán en 2012 una de sus 14 mensualidades. El Parlamento catalán cifró esa partida en 753.000 euros e invitó a hacer matemáticas para calcular a cuánto asciende por cabeza: 5.570 euros.
Tras la reunión de la Mesa, la democristiana Nuria de Gispert, presidenta de la Cámara, defendió que su institución no tiene la necesidad de copiar la estrategia del Gobierno de Artur Mas de renunciar a la paga porque ya empezó en enero a aplicar ajustes. El actual presupuesto, de hecho, ya sufrió este ejercicio una reducción respecto al de 2011 de 12 millones de euros (pasó de 65 a 53). El plan de ajuste de Gispert (consensuado entre CiU, PSC y PP) tiene tres patas: la supresión de la extra; la reducción de la flota de coches oficiales -pasarán de ocho a cinco-, y la disminución de las partidas que se asigna a cada grupo que se elevan a 17 millones. El porcentaje de reducción aún no se ha concretado.
Los parlamentarios cobrarán estas Navidades la extra de 5.570 euros
"No todo se arregla bajando sueldos", afirmó De Gispert invocando al tijeretazo ya aplicado y recordando, además, que a los diputados se les ha congelado en cuatro años dos veces el sueldo y aplicado dos rebajas salariales. Pero no hubo la menor mención a las dietas que cobran los parlamentarios y que ascienden globalmente a 3,4 millones de euros, una cifra muy superior a los 753.000 a que representan la paga extra. Un diputado raso, sin percibir complementos por asistir a ninguna comisión -cosa harto improbable- gana 40.000 euros más la dieta por desplazamiento, que no tributa. Diez parlamentarios, además, incluido Mas, cuatro consejeros y los presidentes de grupo -entre ellos Alicia Sánchez Camacho, del PP- perciben esa partida pese a tener coche oficial.
Alfons López Tena, portavoz del grupo independentista Solidaritat, fue el único que arremetió contra los recortes al estimarlos insignificantes. "Es como haber retocado el ropero de Pitita Ridruejo. Ni reducirán coches oficiales ni los diputados verán reducidas las dietas", dijo tras acusar a De Gispert de colocar en el Parlament a una asesora y a la cuñada de su hijo. La ecosocialista Dolors Camats avaló el plan pero avisó de que los grupos pequeños se resentirán del eventual ajuste de su asignación porque, dijo, no todos gozan del apoyo de empresas y fundaciones.
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