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Adiós al visionario de la era digital | Las minifestaciones de duelo

Millones de internautas recuerdan al creador de Apple en 140 caracteres

En las tiendas, los incondicionales depositan flores y encienden velas

Yolanda Monge

Imposible seguir ayer en Twitter los mensajes que llevaban la etiqueta #stevejobs. Tan deprisa los generaban los simpatizantes y fans alrededor de todo el mundo que resultaba una labor casi irrealizable leerlos. Al día siguiente de su muerte, las expresiones de tristeza y admiración por el hombre que revolucionó la tecnología no paraban de sucederse. Por mucho que se intuyera debido a su frágil salud tras sufrir un cáncer de pancreas, la muerte de Steve Jobs, cofundador de Apple, impactaba y movilizaba a sus fans. El mundo rendía tributo no a una estrella del rock. No a una figura religiosa suprema. No a un político carismático. No la princesa Diana. El mundo conmemoraba la vida de un empresario nortemaericano con piel de genio.

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Con 140 caracteres o menos, los adeptos de Jobs plagaban la web de obituarios sentidos, ya fuera con citas literales de las reflexiones de Jobs o con aportaciones de pensamiento propio del usuario de Twitter de turno. "Nadie quiere morir. Incluso la gente que quiere ir al cielo no quiere morir para ir allí y, aún así, es el destino que todos compartimos- Steve Jobs", le citó @SeanABennett en Twitter.

En los modernos centros de ventas de los productos de Apple, los incondicionales de la marca depositaban flores y encendían velas en honor al visionario que moría demasiado pronto. En la tienda oficial Apple de Bethesda (norte de Washington), Evan Kauffman, 25 años, se grababa con su Ipad 2 un vídeo que pretendía colgar en YouTube de homenaje a Jobs. "Gracias por hacer nuestra vida mejor", decía al finalizar su pequeña contribución.

Desde la Casa Blanca, el presidente Barack Obama volvía a recordar al Thomas Edison del siglo XXI. "No puede haber mayor homenaje al éxito de Steve que el hecho de que gran parte del mundo conoció su muerte en un dispositivo que él inventó", declaró Obama a los periodistas que cubrieron su rueda de prensa de ayer.

Google añadía un enlace dentro de su página de búsqueda siempre minimalista que llevaba a la de inicio de Apple, con la imagen en blanco y negro de un Jobs con mirada inquisitiva y mano izquierda en la barbilla en lugar de sus imágenes de Ipods de mil colores y MacBooks.

El anuncio de la muerte de Jobs fue sencillo y a través de la compañía que convirtió en un gran éxito empresarial. También la familia emitió su propio comunicado en la noche del miércoles, en el que de forma elegante y amable solicitaba que se preservara su intimidad en los días que estaban por llegar. No hay información de cuándo ni dónde será enterrado el hombre que acostumbraba a aparecer vestido con vaqueros, zapatillas de deporte y jersey negro de cuello alto.

La nota amarga en la Red la ponía la Iglesia Baptista de Westboro, del iluminado pastor Fred Phelps, que anunciaba a través de uno de los miembros de su fanática secta que pretendía boicotear el entierro del creador del Mac, el Ipod, el Iphone y el Ipad. La secta es conocida por su homofobia y por sabotear el entierro de los soldados de EE UU caídos en las guerras en el extranjero. La Iglesia de Phelps anunció en un tuit -¡a través de un Iphone!- que: "No hay paz para un hombre que se sirvió a sí mismo, no a Dios. #hellgreetedhim [el infierno le dio la bienvenida]. Westboro debe boicotear su funeral".

Mensajes de condolencia frente a la tienda de Apple en el centro comercial La Maquinista de Barcelona.
Mensajes de condolencia frente a la tienda de Apple en el centro comercial La Maquinista de Barcelona.ANDREY DALMAU (EFE)

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.
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