Aenor permite anticipar las ayudas para I+D+i

Los empresarios de la Comunidad Valenciana son los segundos de España por número de certificaciones de proyectos de I+D+i, según datos que ofreció ayer Manuel López Cachero, presidente de la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor). La nueva legislación permite acceder a las ayudas públicas a la innovación empresarial si son certificadas por Aenor, siempre que las empresas acrediten los proyectos correspondientes.

"Pintar una fachada es renovar, no innovar, pero una reforma completa puede implicar cierta innovación", explicó López Cachero. "Aenor revaloriza el tratamiento fiscal de la I+D+i", añadió, "la innovación cuesta dinero, pero el reconocimiento de los procesos de verificación permite anticipar los fondos públicos para los proyectos. En ese sentido, la certificación ha supuesto un revulsivo y está claro que en la Comunidad Valenciana han surgido ideas para aprovechar esos fondos".

Aenor, una entidad privada sin ánimo de lucro, nació hace 25 años, cuando España se integró en la Unión Europea, por impulso del entonces ministro de Industria, Carlos Solchaga. Los técnicos auditores de Aenor acreditan productos, sistemas de gestión, seguridad alimentaria o modelos de eficiencia energética de acuerdo con las normas nacionales o internacionales. Aenor tiene una sede en Valencia desde hace 15 años.

La Comunidad Valenciana también es la segunda de España por número de acreditaciones de seguridad alimentaria, una proporción ajustada al peso de la industria agroalimentaria y la gran distribución en territorio valenciano.

Regular a priori

López Cachero lamentó que los intermediarios financieros, esencialmente bancos y cajas de ahorros, solo recurran a Aenor para acreditar la calidad de sus servicios de atención al cliente o la seguridad laboral de sus empleados, pero nunca piden auditorías de gestión. "Los intermediarios financieros no solicitan nuestros servicios y no existen normas sobre la cuestión", comentó López Cachero, "de hecho, no conozco que haya ninguna norma en todo el mundo al respecto".

Y deslizó una reflexión con una pesada carga de profundidad: "En un mundo de libertades, es necesario regular a priori y exigir transparencia siempre. Expliquemos las normas a priori y luego asumamos las consecuencias, eso es la libertad".