Ciscar apuesta por digitalizar las aulas y por aceptar dinero estatal

Del negacionismo y el enfrentamiento con el Gobierno central al "a por todos". Se acabó la etapa en la que "los ordenadores de Zapatero pueden provocar miopía". El consejero de Educación, Formación y Empleo, José Ciscar, se presentó ayer en el instituto público Baleares de Valencia, donde la mitad de las aulas y materias se imparten en pizarra digital y con libros de texto electrónicos, y defendió que son "el futuro". A partir de ahora, su departamento, que en la última legislatura ha perdido decenas de millones de euros por negarse a participar en múltiples convenios estatales (guarderías, bibliotecas, fracaso escolar) y, entre ellos, los 11,2 millones de euros del plan estatal para informatizar las aulas, los negociará todos. "Vamos a mirar todos los planes estatales con minuciosidad y coger todos los que interesen", puntualizó Ciscar a este periódico.

Ciscar se ha comprometido a aumentar la dotación de material informático en los centros que ya trabajan con este tipo de materiales digitales. Aunque reconoció sus dudas acerca de adquirir ordenadores o directamente ir a por las tabletas digitales. "El libro electrónico proporciona un mejor aprendizaje, porque es más interactivo, sobre todo, en materias científico-técnicas y en idiomas", afirmó el consejero.

Además de citar otras ventajas, entre ellas, la económica. "Es más barato que el de papel". Si el coste medio del material escolar de un alumno, dependiendo del nivel educativo, está entre los 170 y 200 euros, la "ventaja" de poder emplear los contenidos digitales en todas las materias podría reducir el precio a "unos 70 euros", calcula Ciscar.

Duplicar los 24 centros

Además, el consejero se extendió en los costes medioambientales no recuperables. Según un estudio de su departamento, cada 100.000 estudiantes de ESO utilizan un promedio de cuatro millones de libros en cuatro cursos, lo que supone que se tienen que talar entre 80.000 y 100.000 árboles, utilizar 100.000 metros cúbicos para su fabricación con una emisión de CO2 de unas 8.500 toneladas.

"La implantación se hará progresiva". De entrada, pretende que el programa piloto que se lleva a cabo en 24 centros, se duplique a lo largo de este curso. Pero insistió en que hay que "mejorar las plataformas digitales" y los "contenidos que se ofrecen". Acto seguido el consejero siguió una clase de inglés en directo.