Europa acepta el plan de Grecia pero aplaza la entrega de la ayud
Atenas anuncia que la deuda superará el próximo año el 170% del PIB - El Eurogrupo abre la puerta a una mayor participación de la banca
Grecia no va a cumplir sus compromisos. Es un hecho. El domingo por la noche, el Gobierno envió al Parlamento un borrador de los Presupuestos en el que admitía que el déficit público de este año iba a llegar al 8,5% -en lugar del 7,6% al que se había comprometido- y que la recesión va a ser mucho más dura de lo previsto. Ayer, además, el Ministerio de Finanzas aclaró que la deuda pública también se va a disparar, y que en 2012 alcanzará el 173% del producto interior bruto (PIB). Muy lejos del 162% que Atenas había pactado con Bruselas. Ayer flotaba la duda sobre si los incumplimientos acarrearían una sanción que podría empujar al país a la bancarrota. A la vista de las palabras de los responsables políticos, Europa cree que el incumplimiento se debe a la dureza de los ajustes y está dispuesta a dar a Atenas un margen de confianza.
Rehn: "Los ajustes están en la senda de cumplir los objetivos de 2012"
Finlandia y otros países podrán tener garantías si pagan un precio
La troika prosigue esta semana con su trabajo de análisis en Atenas
Los expertos creen que la recesión será aún peor de lo que anuncia el Gobierno
Los ministros de Economía de la zona euro se vieron en Luxemburgo para analizar la situación de Grecia. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, aseguró al acabar la reunión que ningún país de la eurozona aboga por dejar que Grecia suspenda pagos o salga del euro, aunque la aprobación del sexto tramo de ayuda se retrasará. Además, pidió que los ajustes se conviertan en ley cuanto antes. "Tengo que negar firmemente todos los rumores de que Grecia podría decidir, o ser invitado a salir de la zona del euro y cualquier rumor sobre cualquier tipo de suspensión de pago" del país heleno, recalcó.
Aun así, los ministros de Finanzas de la zona del euro no decidirán el próximo 13 de octubre sobre el desembolso del sexto tramo de ayuda, de 8.000 millones de euros, sino en una fecha aún por definir, dado que el informe de la troika -formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional- aún no estará listo. "Lo más probable es que el informe de la troika no esté listo hasta el 13 de octubre, que era la fecha tentativa para el próximo Eurogrupo. He cancelado la reunión", dijo Junker.
"Parece que Grecia no cumplirá el objetivo este año", admitió ayer el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, pero añadió que "las medidas de ajuste adoptadas hasta ahora están en la senda de cumplir los objetivos fiscales del próximo año". "El borrador [de Presupuestos] está dentro de lo pactado y lo respaldan unas medidas ya acordadas y anunciadas", dijo el ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos.
La vicepresidenta y ministra de Economía española, Elena Salgado, quitó hierro al retraso del nuevo paquete de ayuda a Grecia. "Nos han dicho que necesitarían (los fondos) a partir de la segunda mitad de noviembre", afirmó.
El ministro de Finanzas belga, Didier Reynders, insistió en que las autoridades griegas han hecho "esfuerzos importantes", pese a que no vayan a cumplir el déficit pactado para 2011. "El objetivo no es que Grecia muera curada, si no ayudarla realmente. Ahora hay que examinar las medidas adoptadas por Grecia y quizá decir a algunos de nuestros colegas que, en lugar de mirar todo el tiempo a Grecia, miren a sus parlamentos nacionales", dijo en una clara referencia a Países Bajos, Malta y Eslovaquia, que todavía no han ratificado el fondo de rescate. Aun así, Juncker ha recibido la garantía de Eslovaquia de que el Parlamento eslovaco lo aprobará antes del 18 de octubre.
Los ministros también acordaron dar a Finlandia las garantías que pide para participar en el segundo rescate griego, y le darán lo propio a cualquier otro país que lo pida, aunque tendrán que pagar un precio por ello. Finlandia a cambio de su contribución.
Por otra parte, el Eurogrupo también ha abierto la puerta a una mayor participación privada de la banca en el rescate.
La troika continuará sus trabajos en Atenas esta semana. Cada día que pasa, los mercados castigan a toda la periferia de la zona euro, y especialmente a España, por la indefinición sobre la salida a la crisis que comenzó siendo griega y ha contagiado a gran parte de Europa. Ayer el vicepresidente de la Comisión Europea. Joaquín Almunia alertó de que el riesgo de contagio de la crisis griega es "proporcional" a la "lentitud e ineficacia" en la toma de decisiones en Europa y a la tendencia "abusiva" de algunos países a actuar de forma unilateral.
Los nuevos pronósticos son malos, pero ni el propio Gobierno griego está seguro de cumplirlos. "Nos quedan tres meses críticos. Reducir el déficit al 8,5% este año es posible si el mecanismo del Estado y los ciudadanos responden adecuadamente", aseguró el domingo Venizelos. El paro seguirá en torno al 15% o 16%, según el dato oficial, al menos dos años.
Sobre la evolución de la economía, incluso las pesimistas previsiones oficiales -una caída del PIB del 5,5% para 2011, y del 2,5% para 2012- encuentran escepticismo. "Nos enfrentamos a una gran recesión. De más del 3% o 4% para el próximo año. Los ciudadanos ya estamos notando cómo se deteriora el nivel de vida del país. Y ni el sector privado, ni las exportaciones ni el gasto público parecen capaces de tirar del carro. La gran pregunta, que nadie es capaz de responder, es cómo piensa el Gobierno lograr que la economía caiga el próximo año solo un 2,5%", señala Dionisios Jionis, de la Universidad de Thraki. El Gobierno alega que heredó de sus antecesores un barco que iba a la deriva por su elevadísima deuda. "Nosotros frenamos justo antes de llegar al desastre al que otros habían llevado al país", dijo ayer el primer ministro, Yorgos Papandreu.
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