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Reportaje:

Sin tenis de por vida

El serbio Savic y el austriaco Koellerer son suspendidos a perpetuidad por muñir resultados en los últimos cuatro meses

El serbio David Savic no volverá a jugar profesionalmente al tenis. Además de 100.000 dólares de multa (unos 75.000 euros), ese es el castigo de la Unidad por la Integridad del Tenis (TIU, en sus siglas en inglés) por tres faltas recogidas en el artículo D de su programa anticorrupción: alterar o intentar alterar el resultado de un partido, solicitar o facilitar que un jugador no se emplee al máximo en un encuentro y solicitar, ofrecer o dar dinero con la intención de influir negativamente en la aplicación del máximo esfuerzo de un tenista. En los últimos cuatro meses, el tenis ha sancionado de por vida a dos desconocidos para el gran público: al austriaco Daniel Koellerer y a Savic, dos habituales del poco glamuroso circuito challenger. Ninguno fue una gran estrella y aunque parezca mentira, eso es un problema.

Savic, que llegó a ser el 363º del mundo y cometió sus faltas en octubre de 2010, refleja las dificultades que el tenis está teniendo para asentar las líneas maestras de la lucha contra los muñidores de resultados y las apuestas ilegales. Este deporte empezó a preocuparse por el asunto en 2007, cuando el ruso Nikolái Davydenko, finalmente libre de culpa, se retiró de un partido que iba ganando justamente cuando empezaron a apostarse millones online por su derrota. Los organizadores temieron que hubiera grandes tentaciones alrededor de sus estrellas. Contrataron a exinspectores de Scotland Yard y expertos en apuestas para montar la TIU. Con el punto de mira en Europa del Este y Asia, los investigadores solo han construido tres acusaciones que hayan derivado en sanciones: Koellerer, Savic y la rusa Ekaterina Bychkova, castigada con un mes sin jugar y 5.000 dólares (unos 3.700 euros) por no denunciar que le habían ofrecido dinero por perder.

Los tres casos obligan a los organizadores a buscar una frontera difícil de identificar: a partir de qué escalón del ranking compensa alterar resultados. A partir de qué nivel de ingresos es tentador corromperse. A partir de qué punto tenistas menores, alejados de los torneos principales, se convierten en un peligro para su deporte.

Daniel Koellerer celebra un punto.
Daniel Koellerer celebra un punto.ALEXANDER HASSENSTEIN (GETTY)

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