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La industria peletera se vende como "alternativa de futuro" para el agro

Galicia concentra el 60% de la producción de visones en España

En la entrada del recinto, uno de los responsables de la granja Bermúdez, en las afueras de Santiago, recibe a los visitantes impertérrito ante el hedor que inunda el ambiente. No lleva mascarilla ni ningún tipo de protección. No deben de ser horas de faena. Sin embargo, entrega a cada uno de los ganaderos y periodistas que cruzan el perímetro de la explotación un traje blanco protector. Es la primera jornada de puertas abiertas en una granja de visones en España y hay que cuidar, sobre todo, las apariencias.

La visita, organizada ayer por la Asociación Nacional de Productores de Visón de España en colaboración con el sindicato Xóvenes Agricultores, asumió la estética propia del tour turístico institucional para presentar al negocio como "la alternativa de futuro para el sector agroganadero gallego". Bajo una nube de moscas que revolotean con insistente fervor, el presidente de la Asociación y socio de la granja, José Antonio Bermúdez, inicia el recorrido por las instalaciones con un marketing triunfalista de beneficios y oportunidades: "La industria factura 20 millones de euros al año en España, Galicia concentra el 60% de las explotaciones españolas y la actividad se está revelando como opción muy interesante para el mantenimiento de explotaciones abocadas al cierre por la crisis económica".

Los visones se revuelven con nerviosismo ante tanta expectación. Hacinados en raquíticas jaulas según su color, fijan su mirada en los flashes de algunos operadores de cámara a los que parece enternecerles la escena. "Frente a la caída de precios y ventas en otros ámbitos agroganaderos, esta actividad registró en la última década un aumento de la producción de un 42% y disfruta de unas expectativas de futuro muy positivas, ya que mercados emergentes como Rusia o China no dejan de elevar su demanda de pieles", continúa explicando Bermúdez mientras guía a la comitiva.

Después, paseo rápido por las instalaciones de secado y tratamiento de piel y turno para las preguntas. "Cada año, 30.000 piezas salen solo de esta granja hacia cuatro casas de subastas en Dinamarca, Suecia, Estados Unidos y Canadá", responde. "La piel de los visones gallegos es la más apreciada gracias a la humedad y condiciones climáticas", añade.

La visita finaliza entre pinchos pero sin ninguna mención a la base del "ciclo productivo". El sacrificio de los visones. "Se realiza en la propia granja para evitar el estrés de los animales de camino al matadero", comenta con gesto contrariado Bermúdez. "Los animales son sacrificados a través de inhalación de dióxido de carbono, un método homologado y con el que apenas sufren". Una muerte dulce. No para los grupos ecologistas. "Es una muerte dolorosa y agónica pues provoca edemas y hemorragias en los pulmones mientras están todavía conscientes". La piel, eso si, permanece intacta.

Ajeno a la polémica, Luís Fernández, veterinario encargado de las labores de supervisión y control de la granja, en la que mensualmente vigila "los programas de bienestar, sacrificio y eliminación de cadáveres", defiende las condiciones sanitarias y alimenticias de la granja "bastante mejores" que las de porcino o vacuno.

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