Cataluña deja de pagar a residencias y propone un impuesto para ricos
Artur Mas vincula los ajustes a la falta de autonomía financiera - La Generalitat es la primera en fijar por ley un tope de déficit
Cataluña sufre el mayor problema de liquidez de su historia cuando España atraviesa la peor crisis económica. Por eso, además de planear un recorte salarial a 40.000 empleados de la sanidad, la Generalitat anunció ayer que dejará de pagar durante dos meses a residencias de ancianos y centros de discapacitados concertados. El Gobierno de Artur Mas aprobó además un proyecto de ley para imponer un tope del déficit del 0,14%, como establece la reforma de la Constitución sancionada ayer por el Rey, pero desde 2018, dos años antes del plazo legal. Mas defendió la creación de un impuesto para ricos, pese a que en enero suprimió el impuesto de sucesiones (150 millones de euros de recaudación). Aprovechó el debate de política general para defender los recortes y vinculó la mala situación en Cataluña a la falta de un sistema de financiación como el concierto económico vasco.
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