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Reportaje:

"No contaba con coger ni la mitad"

90 mariscadoras extraen buena almeja fina pero escasa babosa en la primera jornada marisquera en la ría de A Coruña tras cinco años de veda

Almeja fina de buena calidad y tamaño, pero babosa más bien poca y pequeña. En cuanto al berberecho, apenas hay. Claroscuro es el balance del primer día de marisqueo en la parte de la ría coruñesa de O Burgo reabierta tras cinco años de veda por los elevados niveles de contaminación por fecales. "Pero aún no hay queja, no contaba ni con la mitad de lo que se cogió", afirma esperanzada Teresa Ramiro, una de las 90 mariscadoras a pie que volvió ayer a faenar. Entre los profesionales de a flote (42 con 38 embarcaciones) también hay cierta confianza en que esta primera campaña en un lustro se desarrolle razonablemente bien pese a la contaminación aún existente, el furtivismo que esquilma los bancos y las profundas capas de lodo que cubren los fondos de esta ría.

"Murió mucho berberecho, apenas hay", lamenta el patrón de la cofradía

Costó alcanzar los topes diarios de capturas. "Hubo que trabajar a fondo las cuatro horas cumpliditas para llegar a ellos y no todos lo consiguieron, menos mal que la marea bajó bastante y aún nos dio margen para movernos", cuenta Teresa. Si hubiera que puntuar esta primera jornada de faena desde 2006, esta mariscadora le daría "de cero a diez, un cinco", dice. El patrón mayor de la cofradía, Manuel Cao, confirmó que en estas primeras mañanas se comprobaron problemas de crecimiento en las almejas babosas y zonas de mortandad. "Murió mucho berberecho, apenas hay, y eso que en las muestras de los biólogos daban que había grandes cantidades".

Pero ayer en la lonja se pudo al fin subastar para su venta al público marisco fresco de O Burgo. Más de media tonelada de moluscos extrajeron y vendieron los mariscadores que faenan a bordo de embarcaciones. Solo la cara externa de la ría, del puente A Pasaxe hacia fuera, está abierta al marisqueo. El resto sigue cerrada, clasificada como zona C por los elevados niveles de fecales, por lo que se prohíbe la extracción de marisco para su consumo en fresco -solo vale para cocederos-.

Uno de los grandes problemas siguen siendo los lodos que invaden toda la ría. Y los vertidos contaminantes. Quedan aún 23 puntos negros, según el "diagnóstico integral" realizado por la Xunta. Y hasta mediados del próximo año no empezarán las obras para las "actuaciones prioritarias" del plan de saneamiento local que el Gobierno gallego, con una inversión de 15 millones, promete tener listo en 2015.

En una ría cuyas riberas están habitadas por decenas de miles de personas, los sistemas de tratamiento de aguas residuales aún son deficitarios. "Los bombeos, en tiempo seco, funcionan correctamente", afirma la Consellería de Medio Ambiente. "Pero cuando llueve, rebosan y echan todo a la ría", protesta la cofradía, que rechazó dar su visto bueno a un plan que considera tardío e incompleto. Los pescadores y mariscadores están enfadados por "la inoperancia" de las Administraciones. Acusan al conselleiro Agustín Hernández de inhibirse en la limpieza de la ría y en la retirada de las toneladas de lodos, al limitarse a echar las culpas al Gobierno central "sin actuar". "Cuando hay una situación límite o de emergencia, hay que dejarse de caprichitos políticos y ponerse a trabajar, da igual de quien es la competencia, hay que actuar", asevera Cao. Mientras, sigue sin haber fecha alguna para la retirada de las toneladas de lodos que campan a sus anchas en la ría coruñesa.

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