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Boeing entrega el primer Dreamliner a la aerolínea japonesa ANA

El B787, con capacidad para 250 pasajeros, llega con tres años de retraso

La industria de la aviación marcó ayer un nuevo hito, con la entrega por parte de Boeing de su nuevo avión de largo recorrido, el B787 Dreamliner, a la compañía All Nippon Airways (ANA). Es el undécimo avión para pasajeros que crea la compañía aeroespacial. Un ingenio con estructura de materiales compuestos con el que espera replicar el éxito y el impacto del mítico Jumbo.

El flamante avión fue custodiado por 500 empleados que participan en el programa, antes de ponerlo a los pies de Shinichiro Ito. El presidente de ANA será el primer pasajero en volar en el B787 mañana, cuando la aerolínea se lo lleve a Tokio. El primer vuelo comercial del Dreamliner está previsto para el 26 de octubre y en enero de 2012 conectará Tokio con Fráncfort.

"Gracias por esperar", le dijo el consejero delegado a su cliente nipón

"Gracias por esperar", le dijo en japonés Jim McNerney, consejero delegado de Boeing, en la ceremonia de entrega de la llave del primer avión, a la que fue invitado EL PAÍS. La entrada en servicio del B787 llega con más de tres años de retraso sobre el plan original. "La innovación no es fácil", dijo el máximo ejecutivo del rival de la europea Airbus, que competirá en dos años con el A350.

Rex Hannan, empleado de Boeing, calificaba el Dreamliner como el Cadillac de la aviación comercial. Era uno entre los más de 2.000 mecánicos e ingenieros que bajo una lluvia persistente participaron en la graduación del ingenio, el primer nuevo avión que sale de la catedral de la aviación en Everett, en el Estado de Washington, desde la creación del B777 hace 16 años.

La puesta en servicio del B787 no estuvo exenta de turbulencias, por la nueva tecnología que utiliza y el complejo proceso logístico para su producción. Pero como dijo McNerney, "el éxito está en la amplitud del desafío". "Nos dijeron que no podía hacerse. Pues aquí está, es real", sentenció. Pero ahora empieza el reto para la máquina de ensamblaje.

El Dreamliner une partes que llegan de diferentes países. La planta de Everett monta dos B787 al mes. Para dentro de dos años se espera llegar a la decena. Eso se logrará solo si la cadena logística está "sincronizada" y "estable", como indica Dan Mooney, vicepresidente a cargo del B787. "Estamos cerca de conseguirlo", señaló. Boeing cuenta con 821 pedidos en cartera. Promete a sus clientes un 20% de ahorro en combustible y del 30% en mantenimiento. El B787 entregado a ANA puede transportar entre 210 y 250 pasajeros, y tiene una autonomía de hasta 15.200 kilómetros, para enlazar Tokio y Nueva York sin escala.

Empleados de Boeing rodean el B787 Dreamliner con los colores de ANA en la planta de Everett (Washington).
Empleados de Boeing rodean el B787 Dreamliner con los colores de ANA en la planta de Everett (Washington).STEPHEN BRASHEAR (AFP)

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