El Consell reduce el pacto por el empleo a una declaración de las Cortes
Compromís abandona la reunión con la vicepresidenta Sánchez de León
Las cartas ya están sobre la mesa. La vicepresidenta del Consell, Paula Sánchez de León, presentó ayer a los grupos parlamentarios de la oposición la ampliación de la propuesta inicial, formulada el pasado día 15, para intentar llegar a acuerdos en una decena de materias. Una oferta que el Consell quiere concretar, básicamente, en una serie de acuerdos en el ámbito de las Cortes Valencianas que no incluyan ni compromisos presupuestarios, ni mecanismos concretos que permitan a la oposición evaluar el grado de cumplimiento de los mismos.
La propuesta más sorprendente por parte del Consell es la referida al acuerdo para luchar contra el paro y mejorar la competitividad. Sánchez de León propone que las Cortes aprueben "una resolución conjunta de apoyo político" al Pacto Valenciano por el Crecimiento y el Empleo (Pavace) 2009-2013 y a la Estrategia de Política Industrial (EPI) 2010-2015 firmada con la patronal y los sindicatos CCOO y UGT, documentos en los que se establecen grandes líneas de actuación sin que haya un seguimiento de su cumplimiento ni compromisos presupuestarios concretos.
La propuesta no incluye, siquiera, algunas de las medidas anunciadas por el consejero de Economía, Enrique Verdeguer, que apostó por un cambio de modelo productivo en su primera intervención ante el pleno de la Cámara la semana pasada.
Esta pretensión de que la oposición se adhiera a las políticas del Consell es lo que impregna todo el documento, que mantiene su tono reivindicativo hacia el Gobierno central. "Es una oferta de consenso real y seria y desde esa premisa", aseguró la vicepresidenta, "he trasladado a la oposición que no sería comprensible una actitud tramposa o que se condicionara el pacto a requisitos previos"."Les he pedido colaboración [a los portavoces de los grupos de la oposición] porque este es un documento heterogéneo, amplio y complicado", razonó la vicepresidenta, que agradeció al PSPV-PSOE y Esquerra Unida "el espíritu de colaboración con el que lo han recibido". "La voluntad es esencial, lamento que Compromís no tenga esta voluntad", señaló Sánchez de León, que intenta llegar a acuerdos sin que parezca que el Consell rectifica el rumbo, necesitado como está de apoyo dada la grave situación económica de la Administración valenciana.
Del encuentro se marchó la representación de Compromís porque consideró que "los hechos contradicen las palabras", como ocurre con la resistencia del Consell a entregar a la oposición los documentos que le han sido negados. La portavoz adjunta de Compromís, Mònica Oltra, se mostró dispuesta a volver a acudir a aquellas reuniones en las que se plantee una auténtica negociación. "Vendremos a todas las reuniones que haga falta", dijo Oltra, "siempre que no sean pantomimas, pero Sánchez de León nos ha explicado que diálogo es sumarse a las posiciones del PP y nos ha pedido que apartemos la corrupción del debate político".
Sánchez de León recriminó a Compromís que optara por la vía fácil de "utilizar la demagogia", dijo que su oferta es "real y seria", y se mostró convencida de poder llegar a acuerdos con la oposición si esta no mantiene "actitudes tramposas". "Ha quedado patente la voluntad de consenso general", señaló la vicepresidenta, que no dejó de criticar a aquellos que "buscan la foto", en alusión a Compromís.
Los grupos han quedado que el próximo lunes darán "una primera opinión". Eso lo harán "aportando lo que tengan que aportar y criticando lo que tengan que criticar", según Sánchez de León.
En efecto, más allá del portavoz parlamentario popular, Rafael Blasco, que consideró "muy positivamente" la vía de diálogo sobre temas fundamentales, los grupos de la oposición se comprometieron a responder antes del lunes, pero ya adelantaron algunas de las muchas críticas que la propuesta del Consell, y la forma de plantearla, suscitan a sus dirigentes. Los representantes de Esquerra Unida, Lluís Torró e Ignacio Blanco, se mostraron abiertos al diálogo, pero adelantaron que quieren poner sobre la mesa otras cuestiones, como el cambio en el modelo productivo, una fiscalidad más progresiva o la recuperación de las cajas de ahorros y la creación de un sector bancario público. Añadieron que resultará difícil consensuar aspectos como la política del agua o de residuos o la privatización de servicios públicos.
Los socialistas Cristina Moreno y Francisco Toledo no hicieron declaraciones a la salida de la reunión y emplazaron a un pronunciamiento del secretario general, Jorge Alarte, quien aprovechó a última hora de la tarde su discurso ante el Comité Nacional del PSPV-PSOE, para asegurar: "Hemos ido hoy por responsabilidad a la reunión, pero no colaboraremos a tapar las responsabilidades y la verdad de la gestión nefasta del PP al frente de la Generalitat de los últimos 16 años y la imperiosa necesidad de un claro cambio de rumbo. El documento, el de hoy, es poco, muy poco, porque quien no conoce la realidad no la puede cambiar".
El líder de los socialistas valencianos se reafirmó en las principales propuestas que formuló en el debate de investidura y que ha empezado a traducir en iniciativas parlamentarias, con aspectos como el saneamiento de la economía, el recorte de empresas y fundaciones de la Generalitat, la lucha contra el paro juvenil, la aplicación rigurosa de la ley de Dependencia, la elaboración de una ley de Calidad Democrática y una nueva Ley Reguladora de RTVV. Alarte aseguró que ayer les entregaron "un papel más largo pero con las mismas generalidades" y añadió que las declaraciones de Alberto Fabra sobre su deseo de pacto "no sirven de nada si no hay contenidos y propuestas concretas, porque entonces son solo actos de propaganda y nuevas mentiras, o simplemente fuegos artificiales".
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