El plan de Pemex para Repsol obliga a Del Rivero a explicarse ante sus socios

El grupo Sacyr Vallehermoso, aliado con la compañía estatal mexicana Pemex para intentar dar un giro a la gestión de Repsol, reúne hoy a su Consejo de Administración para analizar el pacto de sindicación de acciones que permite a ambas empresas el control del 29,8% del capital de la petrolera española. La convocatoria se produce después de que el pasado viernes se celebrara una reunión de la comisión ejecutiva en la que se puso de manifiesto la inquietud de al menos dos de los principales accionistas de Sacyr Vallehermoso, Demetrio Carceller y Juan Abelló, por las circunstancias que rodean la operación. La petición de explicaciones al presidente de Sacyr, Luis del Rivero, habría forzado a este a convocar una reunión extraordinaria del órgano de dirección que, en principio, estaba previsto que se celebrara el día 30 de septiembre.

Gas Natural pide a la CNE que actúe y que le permita hacer alegaciones

En lo que queda de mes, cada día puede ser una escaramuza. Sacyr ya había retrasado su Consejo del 15 de septiembre al 30. Como el Consejo de Repsol está previsto para el miércoles 28, Del Rivero contaba así con tener la ventaja de saber qué cartas se habían jugado en el gran tablero de la petrolera antes de jugar su propia partida frente a sus socios, con los que ha mantenido discrepancias que han llegado a los tribunales. Finalmente, las tensiones por el pacto con Pemex se han desatado y Del Rivero tendrá que mostrar sus cartas hoy mismo.

La versión de Sacyr sobre las escaramuzas en el calendario, sobre las tensiones internas que han trascendido a la prensa y sobre el estado del pacto con Pemex es simple: no hay versión. El portavoz del grupo declinó ayer hacer comentarios sobre ninguno de los puntos mencionados.

Las escaramuzas no solo afectarán a las empresas implicadas en la pugna por Repsol. En la Comisión Nacional de la Energía (CNE) también se prepara una semana intensa. Mañana martes está prevista una reunión del Consejo para decidir si se atiende la petición de Repsol para investigar el pacto Sacyr-Pemex y decidir si, en aplicación de la denominada Función 14, la operación podría ser desautorizada al afectar a la seguridad del suministro energético y/o a las actividades energéticas reguladas.

En este punto es importante la posición que está adoptando Gas Natural Fenosa (31% propiedad de Repsol). La compañía que preside Salvador Gabarró, según Efe, ha pedido a la CNE que, en el ejercicio de sus competencias, actúe ante las intenciones planteadas por Pemex. En su escrito al órgano regulador energético, Gas Natural señala que en los documentos hechos públicos, Pemex alude a objetivos de mejora de coordinación y obtención de sinergias de las participadas relevantes de la petrolera española y, de forma más concreta, en el ámbito de la distribución de gas natural. Ante esto, la compañía gasista solicita al organismo que tenga en consideración esas declaraciones, mantenga a la gasista informada de los documentos y decisiones que le afecten y le conceda plazo para formular alegaciones.

Gas Natural ya envió un escrito a la CNE en el que solicitaba personarse como parte interesada cuando el regulador energético decidiera analizar el pacto entre Sacyr y Pemex para aumentar su influencia en la petrolera. Repsol también solicitó ante la CNE que analizara la operación en "interés de la seguridad de sus actividades reguladas y estratégicas". El organismo aún no ha entrado a analizar el pacto.

Pemex remitió el miércoles a la CNMV, tras ser publicado por este diario, el documento Contexto del aumento de la inversión en Repsol en el que señalaba, entre otras cosas, que su intención es lograr una mayor influencia en la gestión y acceder a la tecnología de la petrolera española. La mexicana reconoce también que su pacto con Sacyr es una gran oportunidad, ya que una operación similar en otra petrolera le hubiera supuesto una inversión de entre 10.000 y 30.000 millones de dólares, frente a los 1.600 millones que ha desembolsado en Repsol.